El perdón me ofrece todo lo que
deseo
¿Qué podrías desear
que el perdón no pudiese ofrecerte? 2¿Deseas
paz? 3El perdón te la
ofrece. 4¿Deseas
ser feliz, tener una mente serena, certeza de propósito y una sensación de
belleza y de ser valioso que transciende el mundo? 5¿Deseas cuidados y seguridad, y disponer siempre
del calor de una protección segura? 6¿Deseas
una quietud que no pueda ser perturbada, una mansedumbre eternamente invulnerable,
una profunda y permanente sensación de bienestar, así como un descanso tan
perfecto que
nada jamás pueda
interrumpirlo?
2. El perdón te ofrece
todo eso y más. 2El
perdón pone un destello de luz en tus ojos al despertar, y te infunde júbilo
con el que hacer frente al día. 3Acaricia
tu frente mientras duermes, y reposa sobre tus párpados para que no tengas
sueños de miedo o de maldad, de malicia o de ataque. 4Y cuando despiertas de nuevo, te ofrece otro día
de felicidad y de paz. 5El
perdón te ofrece todo esto y más.
3. El perdón permite
que se descorra el velo que oculta la faz de Cristo de aquellos que contemplan
el mundo sin piedad. 2Te
permite reconocer al Hijo de Dios, y borra de tu memoria todo pensamiento
muerto, de manera que el recuerdo de tu Padre pueda alzarse en el umbral de tu
mente. 3¿Qué podrías desear que
el perdón no pudiese darte? 4¿Qué
otros regalos aparte de éstos merecen procurarse? 5¿Qué imaginado valor, efecto trivial o promesa
pasajera que nunca se ha de cumplir puede ofrecerte más esperanza que la que te
brinda el perdón?
4. ¿Por qué habrías de
buscar una respuesta distinta de la que lo contesta todo? 2He aquí la respuesta perfecta, la que se da a
toda pregunta imperfecta, a las súplicas sin sentido, a tu reticencia a
escuchar, a tu poco esmero y a la confianza parcial que tienes. 3¡He aquí la respuesta! 4Deja de buscar. 5No
hallarás ninguna otra en su lugar.
5. El plan de Dios
para tu salvación no puede cambiar ni fracasar. 2Siéntete
agradecido de que siga siendo exactamente como Él lo planeó. 3Su plan se alza inmutable ante ti como una puerta
abierta, llamándote desde adentro en cálida bienvenida, exhortándote a que
entres y a que te sientas como en tu casa, donde te corresponde estar.
6. ¡He aquí la
respuesta! 2¿Preferirías
quedarte afuera cuando el Cielo en su totalidad te espera adentro? 3Perdona y serás perdonado. 4Tal como des, así recibirás. 5No hay más plan que éste para la salvación del Hijo
de Dios. 6Regocijémonos
hoy de que así sea, pues la respuesta que aquí se nos da es clara y explícita,
y su sencillez hace que sea inmune al engaño. 7Todas
las complejidades que el mundo ha tejido de frágiles telarañas desaparecen ante
el poder y majestuosidad de esta simplísima afirmación de la verdad.
7. ¡He aquí la
respuesta! 2No
le des la espalda para irte a vagar sin rumbo otra vez. 3Acepta ahora la salvación. 4Es el regalo que te hace Dios, no el mundo. 5El mundo no puede dar ningún regalo de valor a la
mente que ha aceptado como suyo lo que Dios le ha dado. 6Dios dispone que hoy se reciba la salvación y que
los enredos de tus sueños no sigan ocultándote su insustancialidad.
8. Abre hoy los ojos y
contempla un mundo feliz, donde reinan la paz y la seguridad. 2El perdón es el medio por el que este mundo feliz
viene a ocupar el lugar del infierno. 3Dicho
mundo se alza en la quietud para salir al encuentro de tus ojos abiertos y
llenar tu corazón de una profunda tranquilidad, según afloran en tu conciencia
verdades ancestrales en eterno renacimiento.
UCDM
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