Salvador Freixedo

EL TERRORISMO Y EL NUEVO ORDEN MUNDIAL

Desde esta plataforma universal manifiesto mis condolencias a las familias de las víctimas del atentado terrorista de París. Cerca de 150 muertos, personas normales que pasaban la noche del viernes como tantos otros ciudadanos del mundo.

Las cotas de inestabilidad están rebasando los límites y hace tiempo que se esperaba algo así o incluso mayor. “Alá es grande”, gritaron los autores de la masacre. ¡Que vergüenza deben sentir los musulmanes buenos! Luto oficial en Francia, aumento de la vigilancia en España. Según Obama, es un atentado contra la humanidad. ¡Qué desfachatez oír esto de quien representa a la nación que más armas ha proporcionado a los terroristas!; la que con los sionistas organizó el infierno que hay montado en todo Oriente Medio para cargarse a Siria y a Irán. Ahora están preocupados porque la operación se les ha ido de las manos y los yihadistas –Isis y EI— armados por Estados Unidos se han vuelto contra Occidente. Ante la inacción de Norteamérica, los rusos –defensores de los sirios—han empezado a combatirlos de una manera mucho más eficaz.

Como casi nada es lo que parece, esto nos lleva a hacernos la clásica pregunta: ¿cui prodest?, es decir, ¿a quién beneficia? Los diseñadores del Nuevo Orden Mundial hace tiempo que están utilizando el terrorismo para restringir libertades. Crear caos y muerte es una de sus especialidades. Como consecuencia, y de manera natural sobreviene el miedo, el terror. Conseguido esto, el pueblo no solo no se opone, sino que solicita ser vigilado en aras de la seguridad. Así, el Papá Estado podrá reforzar la manipulación y el control extendiendo sus tentáculos hasta nuestras intimidades más privadas: prohibido esto, prohibido aquello, toque de queda y quien sabe si suspensión del derecho de manifestación y reunión. Y el pobre ciudadano de a pie lo asume todo y lo aplaude, con tal de sentirse seguro. ¡Bajo la llave del carcelero!