Marielalero

Maria Mena Moreno

Los humanos originales con su correspondientes Conciencias Lumínicas que formaron parte de la creación genética del actual humano 3D , son las mismas entidades originarias lumínicas y cósmicas Luz que permanecen viviendo como prisioneros dentro de la ciudad Plenario, ubicada en la Matrix y que sufren periódicamente el ensamble (reencarnación) con un avatar físico, constituyendo al ser humano 3D. Los que lograron huír al primer ataque alienígena y sobrevivir, hoy conforman un conglomerado de civilizaciones, identificados como los verdaderos Andromedanos.

Los humanos originales que aportaron los archivos originarios genéticos, conservan sus mismas anatomías físicas sutiles, más allá de sus notables deterioros, por la acción vibratoria a la que han venido siendo expuestos como consecuencia de los múltiples ensambles practicados en ellos, dentro de la biología del humano 3D.

Nosotros, los humanos 3D como avatares físicos, somos los portadores genéticos directos en un dos por ciento de la genética de las primeras razas humanas originales que vivieron en este Universo Uno antes de la invasión. Por lo tanto, somos los portadores de un legado Cósmico Luz que aún no hemos podido activar para desarrollarlo naturalmente , porque hemos sido encaminados como civilización hacia el desarrollo de un tipo de pensamiento colectivo, practico, analítico, objetivo y emocional que tendremos que desarticular , para llegar a un conocimiento interno con uno mismo que nos permita ver cómo funciona “La mente humana”.

Este trabajo puede llevarnos por caminos completamente desconocidos para nuestro razonamiento y al mismo tiempo ,ser participes conscientes de una búsqueda ilimitada que está siendo movilizada genéticamente por nuestro originario legado Cósmico Luz, tomando como punto de motivación nuestro interés, preocupación, dedicación y tiempo empleado en querer saber más de lo que actualmente podemos ver y percibir como nuestra realidad socio-planetaria e historia como civilización humana 3D.

Creo que para ningún ser humano, es agradable aceptar la idea de que dentro de él lleva archivos genéticos procedentes de razas denominadas alienígenos. Sin embargo, si se dedicase tiempo a observarse a si mismo , ¿cómo son los procesos de su razonamiento?, ¿cómo es la línea moral, psicológica y emocional de cada uno de sus pensamientos? , su forma y estilo de observar, de interpretar, de analizar y llegar a sus propias conclusiones, puede armar una definición sobre si mismo, en cuanto a cómo es su conducta y como consecuencia, hacia dónde envía todo su caudal energético, que da origen a su nivel y tendencia vibratoria.

Esta realidad puede asumirse conscientemente hacia una comprensión profunda en querer demostrarnos a nosotros mismos quiénes somos realmente frente a determinados estados de conductas, que pueden llevar a que un ser humano a sentir que ama para convertirse luego en un estado de conciencia ,que odia reconociéndose a si mismo, siendo esa su personalidad.

Se podría considerar a la mente humana portadora de un software “Conciencia Física” que cumple la función de un virus que infecta y ocupa el espacio medio e izquierdo del cerebro, quitándole capacidad extrasensorial, perceptiva y amplitud dimensional cognitiva.

Aun así, todo ser humano es capaz de elegir a cada momento quién quiere ser. Para ello, es necesario que aprenda a obrar con paciencia para desarrollar genéticamente dentro de él la sapiencia, porque desde aquí, se entiende que no puede existir la verdad absoluta en un ser humano si previamente no ha comprendido que la base de sus conflictos nace y parten del virus “la conciencia física”.

Estaría negándose a si mismo transmutar aquellos aspectos de su estructura de carácter que necesitan ser replanteados y analizados, en cuanto a la tenacidad e insistencia en querer ejercer su legítima defensa ,olvidándose por completo de la situación y entorno humano que lo rodea ,quedando visiblemente expuesto de donde muchas veces , no hay regreso.

Todos debemos saber, que la humildad no es un ejercicio que se deba practicar verbalmente, sino que debe ser conscientemente a través de cada uno de nuestros actos y pensamientos.

Sólo así aprenderemos a respetarnos como personas y a entendernos como seres humanos. Esto nos permitirá valorar nuestras vidas, volvernos responsables de nuestras posturas en cada una de nuestras palabras.