DEJANDO ATRÁS LOS MIEDOS

Como niños teníamos miedo a la oscuridad y a muchas otras  cosas. Ese miedo más que real era pura imaginacion de nuestra mente mezclada con la inocencia de creer todo lo que nos decían los mayores.

Quizás nuestros padres también fueron en parte responsables de nuestros miedos porque inculcaban en nuestros sistemas de creencias ciertos fundamentos que eran falsos o inexistentes;  que también a ellos se los inculcaron y se los creían. Esas formas de explicarnos el mundo nos dividían en estar seguros y tranquilos en lo conocido o estar inseguros y con miedo a lo desconocido.

Como adultos seguimos con  miedos y entre los  más comunes:  miedo al futuro ” al por venir”, miedo a la critica al ridículo “al que dirán”, miedo a equivocarnos, miedo a las enfermedades y a la muerte. Y  otros más que serían innumerables.

Lo más notable de todo es que cuando vamos superando la barrera de los miedos nos damos cuenta que no eran tan poderosos como para mantenernos bloqueados y separados del mundo.

La evolución personal hace que los miedos se esfumen ya que son pura energía sostenida por nuestro propio pensamiento apartado de la realidad y al liberarnos de ellos vamos desbloqueando el camino y aligerando la carga y vemos el horizonte despejado al fin.

Nuestro poder de realizacion, sabe que somos más de lo que manifestamos y que cuando nos proponemos un cambio podemos realizarlo ya que contamos con la ayuda del Universo que se adapta a nuestros pensamientos porque el Universo es mente.

Por eso ante la adversidad, tribulación, sufrimiento, o enfermedad, es bueno pensar: “Confio en el proceso de la vida, en mi pensamiento que es mi mente, en mi realizacion personal y en el Poder Superior que es el Supremo que me sostiene ahora y siempre”.

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