El compromiso con el camino
Llega el punto en que la vía nos exige un compromiso, porque logramos conectar con algo que es Universal, algo que está más allá
Cuando alguien se compromete con un camino siente profundamente que su vía ES la vía, sin embargo la vía existe y no existe, por lo tanto no se puede seguir “el camino verdadero” ya que TODO es el camino verdadero, y al mismo tiempo no lo es. Pero como somos humanos y estamos en un plano material dual, tenemos preferencias, tendencias. Frente a esto conviene tener presente que la vida cotidiana es el lugar de la práctica, porque no se puede separar el camino de la vida, es casi como hablar de la misma cosa.
A pesar de esto, puedo encontrar una expresión de la vía que se corresponde con mi realidad encarnada, de la misma forma en la que conozco a la persona amada, y cuando eso sucede es totalmente legítimo que yo diga “esto ES el camino” o “esto ES el amor” porque hay una profunda compenetración con eso que estoy viviendo, pero es muy probable que en otros caminos otros seres humanos estén sintiendo exactamente lo mismo. ¿Quién tiene la razón? ¿Cuál es el camino verdadero? Todos, porque no es el mismo para todas las personas.
En este punto es bueno citar la siguiente metáfora: “Si tienes que cavar un pozo, y el agua está 30 metros bajo la superficie, si cavas 10 orificios de 3 metros de profundidad no vas a encontrar agua” Lo mismo pasa con nuestras búsquedas, en un momento dado, cuando uno intuye o siente profundamente que el “agua” está en cierta parte, hay que quedarse ahí y escarbar hasta el final.
Sin embargo, lo anterior no tiene que interpretarse como un rechazo a conocer distintos caminos, es válido seguir el impulso de querer conocer los distintos aspectos de lo sagrado. Muchas veces llegamos a algo que nos cambia la vida, habiendo empezado una actividad “superficial”.
Podemos identificar un punto común a todas estas aproximaciones, algo que es transversal a todo lo que nos resuena a todos y que no es capricho del ego, y esto es que hay momentos en que hay que perseverar frente a una situación que parece sin salida, lo que sería el equivalente a estar cavando ese pozo y encontrarte con rocas durísimas. Ya sea que estemos haciendo un trabajo científico, que estemos componiendo música, en la crianza de los hijos o la creación de una pareja, siempre llega ese momento difícil donde está la tentación de abandonar y volver a empezar cavando nuevamente en tierra más blanda. Pero es evidente que tiempo más tarde llegaremos al mismo punto.
Hay que mantenerse fiel a la esencia, y a lo que resuene con ella, serle fiel es perseverar aún cuando sea más fácil andar buscando, buscando, para así engañarnos a nosotros mismos creyendo que estamos avanzando hacia alguna parte. Llega el punto en que la vía nos exige un compromiso, porque logramos conectar con algo que es Universal, algo que está más allá, contactamos con el Ser y eso nos alinea, nos sintoniza con lo que ES, y eso exige y deriva en profundas transformaciones, a las que nuestra personalidad intentará eludir para no “morir” entregándose a la esencia, ahí es donde tenemos que poner en práctica ese profundo compromiso y seguir perseverando. Se puede.
Por Marianne Costa
Marianne Costa, es licenciada en literatura comparada, escritora, cantante y traductora. Ha publicado junto con Alejandro Jodorowsky el manual de Tarot más exhaustivo y didáctico que se conoce en la historia: La vía del Tarot (2004) y Metagenealogia (2011), quizá la obra mas importante y rica en conocimientos que el celebre artista y terapeuta le ha aportado a la humanidad.
A estas actividades hay que sumar su trabajo como cantante y actriz de teatro y cine.
Desde hace años, recorre el mundo brindando talleres sobre Tarot, psicología familiar y el arte de crear ficciones sanadoras.
Imagen cortesía de
Kat Day Starlight Soul
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