martes, 9 de junio de 2015

LA ESPIRITUALIDAD… “Deben comprender que la espiritualidad es una forma de vivir, de ser y de existir. La espiritualidad no necesita de cánticos, meditaciones, oraciones y todo lo que piensan que es el camino espiritual. La espiritualidad - ES - no necesita más, o la tienen dentro de ustedes en la esencia y la hacen parte del día a día, o no la tienen porque no saben lo que significa, porque nunca les explicaron lo que realmente es SER ESPIRITUAL. Creen, porque así les enseñaron en 2000 años, que al hacer meditaciones, pertenecer a un grupo que habla de temas espirituales, el ir a misa todos los domingos, porque leen temas elevados, hacen yoga y rezan todos los días…ya están salvados y garantizados y tienen un pedazo de cielo que los estará esperando.
Debemos reiterar que esta forma de vivir no pertenece a la espiritualidad del SER. Esta manera de expresarse denota que todos ustedes siguen preceptos transmitidos, enseñados de generación en generación, los cuales les dijeron que para ser espiritual tenían que cumplir ciertas normas pertenecientes a una Institución Religiosa; a algún grupo religioso, esotérico o metafísico; a alguna enseñanza recibida por algún ser iluminado o simplemente el adquirir una cultura esotérica porque está de moda y por el gusto personal que los hace sentir bien y dar sobre todo, la apariencia de ser buenas personas. Vivir y existir con espíritu se debe convertir en parte de ustedes, esto es lo que se conoce como el… YO SOY… Significa que sin pensarlo… SON.
La espiritualidad es la esencia de lo correcto, moral, ético, valores, principios, acciones, obras y pensamientos positivos, virtudes y méritos, cualidades que deben funcionar en la vida en automático, de esta manera serán personas de bien, porque llevarán en la esencia la energía positiva grabada y ésta la legarán en las próximas generaciones, así formarán el mundo que todos ustedes sueñan para sus hijos, los hijos de ellos y de toda la descendencia futura, que al final…SON USTEDES MISMOS”… EL SER UNO – Los Seramitas – El Camino de Regreso.
CARTA ABIERTA A EL SER UNO… Tengo una gran inquietud. Desde mediados del año pasado entré en una etapa muy bonita de luz y amor en mí ser. Amor que sentía brotar desde mi corazón y que con mis ojos me hacían ver lo maravilloso del universo, del planeta, de mi entorno... aunque en las situaciones y aconteceres difíciles y oscuros del planeta (las guerras, el hambre, la pobreza, la violencia, etc.) el dolor en mi ser me hacía sentir frágil, afligida, triste. Pero de unos meses hasta le fecha he empezado a sentir que ha cambiado en mi ese sentir, me siento de alguna manera más densa en mis pensamientos y sentimientos. Volví al vacío, es decir, a no sentir ese amor y a ser indiferente a los problemas del mundo. En julio empecé a participar en el alineamiento cósmico y hasta septiembre lo hice siendo el primero de ellos el más hermoso y especial para mí. Ahora, he fallado. No empecé la preparación, ya mis sentimientos, como dije anteriormente, son diferentes y han cambiado haciéndome sentir más oscura, en tinieblas. Tengo temor, no quiero perder el camino y siento que me he fallado a mí misma. ¿Qué implicaciones tiene el no haber llevado a cabo en este cuarto mes de alineamiento cósmico mi preparación y participación? Yo siento, creo, amo... mi corazón me dice una cosa y mi razón hace otra. Me siento confundida. Agradezco enormemente sus palabras y la luz que puedan traer a mí ser… Andy.
RESPUESTA… Estimada Andy, no hay cosa peor que presionarse espiritualmente, cuando se hace eso la energía no fluye, porque deseamos que todo sea perfecto y que la sensación placentera no desaparezca nunca. Esto manera de sentir está siendo empujada y apoyada por la SENSACIÓN de las emociones y de los sentidos. Vivimos en un mundo donde fluctuamos emocionalmente, subimos y bajamos constantemente. Cuando subimos sentimos felicidad y placer, es tanto que no queremos que nada ni nadie interrumpa nuestro vuelo a las altas esferas celestiales, donde no existe el sufrimiento, dolor, miseria, violencia etc. Cuando bajamos vemos el mundo tal cual es y nos desilusionamos y al hacerlo queremos huir espantados por todo lo que percibimos, no queremos ni escuchar de las horribles noticias o de hechos desagradables que suceden a nuestro alrededor.
En realidad ¿Cuál es el trabajo que debemos realizar? ¿Suspendernos eternamente en nubes de algodón, en burbujas rosadas de bienestar? ¿Es esa la espiritualidad que nos han transmitido? ¿Queremos imitar a los santos que estaban en eterna contemplación en sus conventos, alejados del mundanal ruido y de las tentaciones del mundo? ¿Nos sentimos densos, oscuros, malos por sentir lo que sentimos?... La verdadera espiritualidad no es huir, escapar, esconderse, evitar - Todo lo contrario - Cuando estamos abajo debemos aplicar todo lo que aprendimos arriba y hacerlo lo mejor que podamos y cuando estemos arriba, debemos descender para continuar aprendiendo. No somos perfectos. El hecho de regresar no significa que nos densificamos y perdemos toda la espiritualidad transmitida o adquirida – No es así – Lo que sucede es que cuando volamos libres en sensaciones de placer interno y emocional y regresamos a esta cruda realidad, todos nosotros sufrimos un shock conceptual, porque percibimos esta realidad como una cárcel, un impedimento hacia la Libertad del Alma.
Nuestra vida no consiste en huir de esta realidad, dejarla para atrás, sentir que lo material no vale nada, despreciar este mundo, odiarlo, rechazarlo o no darle ninguna importancia, es todo al revés, debemos valorarlo y apreciarlo como una escuela, donde venimos a aprender y a adquirir experiencias de vida y existencia, lo cual nos servirá para formar una base de nuestra existencia y poder trascender a otras realidades energéticas que son mucho más elevadas. Es transformar la vida en una realidad positiva llena de LUZ y AMOR, pero para ello, todos los seres de este planeta debemos trabajar las emociones, son ellas las que nos atrapan en la densidad y oscuridad, porque no son estables en el alma de los seres. Cuando las estabilicemos entonces no nos importará si estamos arriba o abajo, porque en cualquiera de esos dos lugares siempre tendremos dos cualidades universales, las cuales nos permitirán movernos en el cosmos de la Armonía y Paz. Son dos herramientas que llevamos en el corazón y alma. Esta forma de vivir y existir se llama: EQUILIBRIO… Camino del Ser.

Ser Energía


La energía no sabe de razón, la energía no entiende de sentidos. La energía se siente. En  el cuerpo, en el alma o donde sea.
Dejarse llevar por la energía  y las señales que devuelve el universo sirve para tomar nota de lo que esta sucediendo dentro.  La vida es una gran tirada de tarot, ahí afuera están las cartas. Solo hay que aprender a leerlas.
La experiencia de vivir se presenta como un espejo. Si frente a mi encuentro a una persona que me devuelve mala energía, tengo dos opciones. Quedarme o  retirarme.  Si me quedo ahí, esa energía me pertenece. Necesito de esa energía para alimentarme. Y si eso me esta haciendo mal, aunque sin embargo lo necesito, deberé detectar que esta pasando, que me esta pasando. Que es lo que me resulta familiar, que me hace tan mal y tan bien. Detectar ese doble vínculo y salirse de ahí es el desafío.
La energía no sabe de razón, la energía no entiende de sentidos. La energía se siente. En  el cuerpo, en el alma o donde sea.  Puedo racionalmente estar con una persona hermosa por fuera, correcta en su forma de hablar, impecablemente vestida, con dinero, títulos y demás ilusiones, aunque si su energía no me gusta, la percepción de ella puede cambiar.
La buena energía es mucho mas simple. La buena energía esta a flor de piel. La buena energía es siente intensamente a través de un abrazo afectuoso, una sonrisa autentica, una ayuda desinteresada, una mirada profunda, un encuentro sincero.
El nivel vibratorio con el que uno camina atrae a gente con ese mismo nivel vibratorio, es por eso que cuando uno verdaderamente cambia de energía, cambia el entorno y cambia de mundo. Ya no es más la misma gente, ya no son más los mismos intereses, ya no son más los mismos lugares, ya no es más siquiera la misma música, los mismos libros, las mismas películas.
Medir la energía que tiene quien esta enfrente, es medir la energía que tiene uno mismo. Reconocerse en el otro, o en los otros.
Si quiero dejar de atraer esa energía, tendré que limpiarme de emociones y pensamientos negativos, limitantes, repetitivos, familiares y fantasiosos. Tendré que eliminar traumas que amenazan con repetirse., tendré que ser otra energía.

www.animalespiritual.com
Por Gustavo Levin
Ser ilimitado e infinito. Aprendiz incansable. En plena transformación, expansión y evolución. A veces experimento ser Artista, otras Periodista y algunas otras Emprendedor. Facebook
Un Curso De Milagros
Lección 175

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