martes, 29 de abril de 2014


Bizarro Earth

Hacia el fin de la propaganda estadounidense


La propaganda del Imperio anglosajón nos ha hecho creer que Estados Unidos es «el país de la libertad» y que sus guerras no tienen otro objetivo que la defensa de sus ideales. Pero la crisis ucraniana acaba de modificar las reglas del juego: Washington y sus aliados han perdido el monopolio de la palabra. 

El Gobierno y los medios de prensa de otro gran Estado, Rusia, están rebatiendo abiertamente las mentiras que desde hace un siglo sirvieron de basamento al Imperio anglosajón. En estos tiempos de satélites y de internet, la propaganda anglosajona ya no funciona. 

Los gobernantes siempre tratan de convencer de que están haciendo lo correcto porque las multitudes no siguen a alguien a sabiendas de que no tiene la razón. El siglo XX se caracterizó por el surgimiento de nuevos métodos de propagación de ideas que nada tienen que ver con la verdad. Los occidentales afirman que la propaganda moderna comenzó con el ministro nazi Joseph Goebbels. Así tratan de hacer olvidar que el arte de falsear la percepción de las cosas fue desarrollado desde mucho antes por los anglosajones. 

En 1916, el Reino Unido creó en Londres la Wellington House y más tarde la Crewe House. Simultáneamente, los estadounidenses creaban el Comittee on Public Information (CPI). Partiendo del principio que la Primera Guerra Mundial era un enfrentamiento de masas y no de ejércitos, aquellos organismos trataron de intoxicar a sus propios pueblos, al igual que a los de sus aliados y sus enemigos. 

La propaganda moderna comienza con la publicación en Londres del informe Bryce sobre los crímenes de guerra de Alemania, documento que fue traducido a 30 idiomas. Según el informe Bryce, el ejército alemán había violado a miles de mujeres en Bélgica, así que los británicos estaban luchando contra la barbarie. Al terminar la Primera Guerra Mundial se descubrió que todo el informe era una mentira enteramente fabricada con testimonios falsos y con ayuda de varios periodistas. 

Leer texto completo en: es.sott.ne

Crean un microchip para controlar la natalidad a través de comunicaciones inalámbricas


El futuro del sistema de inyección de fármacos y el control de la natalidad se encuentra en un microchip, que planean implantar a los pacientes desde el año 2017. Esta tecnología, de los años 1990, ya está lista para su uso.
Actualmente, los microchips con depósitos de fármacos pueden ser implantados directamente bajo la piel, suministrando una dosis de fármacos u hormonas anticonceptivas cada día a la misma hora, según el portal 'Natural News'. El microchip está diseñado para ser controlado a distancia y se rige por "profesionales de la medicina". 
 
Esencialmente, los individuos con el chip no podrán dejar de depender de los medicamentos. El chip puede ser programado para inyectar fármacos, día tras día, año tras año, según la directiva "profesional". 
 
La tecnología de "microdepósito", desarrollada por primera vez en el Instituto de Tecnología de Massachusetts en la década de 1990 por Robert Langer, Michael Cima y Juan Santini, consiste en un chip diseñado para liberar fármacos en el cuerpo humano mediante una señal inalámbrica. Ahora mismo esta tecnología es usada por la compañía estadounidense MicroChips
 
Esta compañía proyecta realizar su primer experimento en el campo de la medicina en 2017 y ofrecerá servicios de anticonceptivos a sus clientes. El nuevo chip se implanta debajo de la piel con anestesia local para suministrar hormonas de estrógeno y progestina como método de control de la natalidad. 
 
La compañía informa que el dispositivo podría incluso transmitir datos sobre el estado del paciente a los hospitales, por lo que los médicos "pueden tener registros permanentes de lo que exactamente se consumió y cuándo". 
 
El director general de MicroChips, Bradley Paddock, cree que el dispositivo de suministro de fármacos tras la implantación del microchip es el mayor avance en la medicina desde la creación de la primera píldora, desarrollada en 1876".


Texto completo en: http://actualidad.rt.com

Facundo Cabral "Este es un nuevo día"

Los efectos de la reacción
AAAFinnian
No somos lo que nos pasa, somos la manera en la que reaccionamos ante los acontecimientos de la vida.
por Xandra Orive 
No somos lo que nos pasa, somos la manera en la que reaccionamos ante los acontecimientos de la vida.
¿Por qué hay personas que sufren diversas catástrofes y sobreviven a ellas? ¿Por qué están los otros que, sumergidos en una nube negra, no salen de los sucesos negativos del día a día?
Si medimos nuestras etapas de oscuridad y de episodios adversos con las de otros que han caído en situaciones peores vemos que hay miles de personas que han salido más rápido y de mejor manera.
Incluso, están esos que toman esos “accidentes” como un trampolín para subir de nivel y como un buen incentivo para hacer cosas grandes, luminosas y bellas.
¿Nos quedamos, acaso, estancados en el agujero sin ver la solución? ¿No sería mejor girar el engranaje, la tuerca, y reaccionar de diferente manera ante todo ello?
La vida siempre esta llena de pruebas, la situación cambiará al momento de quebrar nuestra manera negativa de reaccionar, ya que la reacción marca la pauta de cómo afectará un suceso determinado toda nuestra cosmogonía interna y externa.
Decidamos pues, a partir de hoy, reaccionar de manera positiva ante los cambios, las desgracias y demás . Cambiemos el lente, simplemente,  por el hecho de darnos una oportunidad para observar si con esa nueva fórmula nuestra vida mejora y todo se acomoda desde otra plataforma.
Dejemos de reaccionar para accionar y la luz se concentrará en mayor cantidad dentro de nuestras vidas.
Imagen: Finnian

Cómo crear abundancia - Deepak Chopra

Un Curso De Milagros

Capítulo 19

D. El cuarto obstáculo:
i. El descorrimiento del velo

No olvides que tú y tu hermano habéis llegado hasta aquí juntos. Y ciertamente no fue el ego el que os guió. Ningún obstáculo a la paz se puede superar con su ayuda. El ego no revela sus secretos, ni te pide que los examines y los transciendas. No quiere que veas su debilidad, ni que te des cuenta de que no tiene poder alguno para mantenerte alejado de la verdad. El Guía que os condujo hasta aquí aún está con vosotros, y cuando alcéis la mirada estaréis listos para mirar cara a cara al terror sin temor alguno. Pero primero, alza la mirada y mira a tu hermano con inocencia nacida del completo perdón de sus ilusiones, y a través de los ojos de la fe que no las ve.
Nadie puede enfrentarse al temor a Dios sin experimentar terror, a menos que haya aceptado la Expiación y haya aprendido que las ilusiones no son reales. Nadie puede enfrentarse a este obstáculo solo, pues no habría podido llegar a este punto si su hermano no le hubiese acompañado. Y nadie se atrevería a enfrentarse a dicho temor sin haber perdonado a su hermano de todo corazón. Quédate ahí un rato, pero sin temblar. Ya estás listo. Unámonos en un instante santo, aquí, en este lugar al que el propósito que se te señaló en un instante santo te ha conducido. Y unámonos con la fe de que Aquel que nos condujo a todos juntos hasta aquí también te ofrecerá la inocencia que necesitas, y de que la aceptarás por mi amor y por el Suyo.
No es posible tampoco enfrentarse a esto demasiado pronto. Éste es el lugar al que todo el mundo tiene que llegar cuando esté listo. Una vez que ha encontrado a su hermano está listo. Sin embargo, llegar simplemente hasta ahí no es suficiente. Pues una jornada desprovista de propósito sigue siendo algo absurdo, e incluso cuando ha concluido no parece haber tenido sentido. ¿Cómo podrías saber que ha finalizado a menos que te dieses cuenta de que su propósito se ha consumado? Ahí, con el final de la jornada ante ti, es cuando ves su propósito. Y es ahí donde eliges hacerle frente al obstáculo o seguir vagando sin rumbo, sólo para tener que regresar y elegir de nuevo.
Hacerle frente al temor a Dios requiere cierta preparación. Sólo los cuerdos pueden mirar de frente a la absoluta demencia y a la locura delirante con piedad y compasión, pero sin miedo. Pues sólo les podría parecer temible si la comparten, y tú la compartes mientras no contemples a tu hermano con perfecta fe, con perfecto amor y con perfecta ternura. Mientras no lo perdones completamente, tú sigues sin ser perdonado. Tienes miedo de Dios porque tienes miedo de tu hermano. Temes a los que no perdonas. Y nadie alcanza el amor con el miedo a su lado.
Este hermano que está a tu lado todavía te sigue pareciendo un extraño. No lo conoces, y la interpretación que haces de él es temible. Y lo sigues atacando, para mantener a salvo lo que tú crees ser. Sin embargo, en sus manos está tu salvación. Ves su locura, que detestas porque la compartes con él. Y toda la piedad y el perdón que la curaría dan paso al miedo. Hermano, necesitas perdonar a tu hermano, pues juntos compartiréis la locura o el Cielo. Y juntos alzaréis la mirada con fe o no la alzaréis en absoluto.
A tu lado se encuentra uno que te ofrece el cáliz de la Expiación, pues el Espíritu Santo está en él. ¿Preferirías guardarle rencor por sus pecados o aceptar el regalo que te hace? ¿Es este portador de salvación tu amigo o tu enemigo? Decide cuál de esas dos cosas es, sin olvidar que lo que has de recibir de él dependerá de lo que elijas. Él tiene el poder de perdonar tus pecados, tal como tú tienes el de perdonar los suyos. Ninguno de vosotros puede conferirse ese poder a sí mismo. Vuestro salvador, no obstante, se encuentra al lado de cada uno de vosotros. Deja que él sea lo que es, y no trates de hacer del amor tu enemigo.
Contempla a tu Amigo, al Cristo que está a tu lado. ¡Qué santo y hermoso es! Pensaste que había pecado porque arrojaste sobre Él el velo del pecado para ocultar Su hermosura. A pesar de ello, Él te sigue extendiendo el perdón para que compartas con Él Su santidad. Este "enemigo", este "extraño" te sigue ofreciendo la salvación por ser Su Amigo. Los "enemigos" de Cristo, los adoradores del pecado, no saben a Quién atacan.
Éste es tu hermano, que ha sido crucificado por el pecado y que aguarda para ser liberado del dolor. ¿No le concederías tu perdón, cuando él es el único que te lo puede conceder a ti? A cambio de su redención, él te dará la tuya, tan indudablemente como que Dios creó cada cosa viviente y la ama, y te la dará de verdad, pues será ofrecida así como recibida. No hay gracia del Cielo que no puedas ofrecerle a tu hermano, y recibir de tu santísimo Amigo. No permitas que te la niegue, pues al recibirla se la ofreces a él. Y él recibirá de ti lo que tú recibiste de él. La redención se te ha concedido para que se la des a tu hermano, y para que de esta manera la recibas. Liberas al que perdonas, y participas de lo que das. Perdona los pecados que tu hermano cree haber cometido, así como toda la culpabilidad que crees ver en él.
Éste es el santo lugar de resurrección, al que venimos de nuevo y al que retornaremos hasta que la redención se haya consumado y recibido. Antes de condenar a tu hermano, recuerda quién es él. Y da gracias a Dios de que sea santo y de que se le haya dado el regalo de la santidad para ti. Únete a él con alegría, y elimina todo vestigio de culpabilidad de su perturbada y torturada mente. Ayúdale a levantar la pesada carga de pecado que echaste sobre sus hombros y que él aceptó como propia, y arrójala lejos de él sonriendo felizmente. No la oprimas contra su frente como si fuese una corona de espinas, ni lo claves a ella, dejándolo irredento y sin esperanzas.
Ten fe en tu hermano, pues la fe, la esperanza y la misericordia son tuyas para que las des. A las manos que dan, se les da el regalo. Contempla a tu hermano, y ve en él el regalo de Dios que quieres recibir. Ya es casi la Pascua, la temporada de la resurrección. Concedámonos la redención unos a otros y compartámosla, para podernos levantar unidos en la resurrección, y no separados en la muerte. Contempla el regalo de libertad que le di al Espíritu Santo para ti. Y liberaos juntos, al ofrecerle al Espíritu Santo ese mismo regalo. Y al dárselo, recibidlo de Él a cambio de lo que le disteis. Él nos conduce a ti y a mí para que nos podamos encontrar aquí, en este sagrado lugar, y juntos tomar la misma decisión.
Libera a tu hermano aquí, tal como yo te liberé a ti. Hazle el mismo regalo, y contémplalo sin ninguna clase de condena. Considéralo tan inocente como yo te considero a ti, y pasa por alto los pecados que él cree ver en sí mismo. Ofrécele en este huerto de aparente agonía y muerte su libertad y completa emancipación del pecado. De esta manera, allanaremos juntos el camino que conduce a la resurrección del Hijo de Dios y le permitiremos elevarse de nuevo al feliz recuerdo de su Padre, Quien no conoce el pecado ni la muerte, sino sólo la vida eterna.
Juntos desapareceremos en la Presencia que se encuentra detrás del velo, no para perdernos sino para encontrarnos a nosotros mismos; no para que se nos vea, sino para que se nos conozca. Y al gozar de conocimiento, no quedará nada sin hacer en el plan de salvación que Dios estableció. Éste es el propósito de la jornada, sin el cual ésta no tendría sentido. He aquí la paz de Dios, que Él te dio para siempre. He aquí el descanso y la quietud que buscas, la razón de la jornada desde su comienzo. El Cielo es el regalo que le debes a tu hermano, la deuda de gratitud que le ofreces al Hijo de Dios como muestra de agradecimiento por lo que él es y por aquello para lo que su Padre lo creó.
Piensa detenidamente cómo vas a considerar al dador de este regalo, pues tal como lo consideres a él, así mismo te parecerá el regalo. Según lo consideres, ya sea como el portador de la culpabilidad o como el de la salvación, así verás y recibirás su ofrenda. Los crucificados infligen dolor porque están llenos de dolor. Pero los redimidos ofrecen alegría porque han sido curados del dolor. Todo el mundo da tal como recibe, pero primero tiene que elegir qué es lo que quiere recibir. Y reconocerá lo que ha elegido por lo que dé y por lo que reciba. Y no hay nada en el infierno o en el Cielo que pueda interferir en su decisión.
Has llegado hasta este punto porque elegiste emprender la jornada. Y nadie emprende nada que crea es insensato. Aquello en lo que tenías fe sigue siendo fiel y te cuida con fe tan tierna y, al mismo tiempo, tan poderosa, que te elevará muy por encima del velo, y pondrá al Hijo de Dios a salvo dentro de la segura protección de su Padre. He aquí el propósito que le confiere a este mundo y a la larga jornada a través de él, el único significado que pueden tener. Aparte de esto, no tienen sentido. Tú y tu hermano os alzáis juntos, todavía sin la convicción de que el mundo y la jornada tienen un propósito. Mas os es dado poder ver este propósito en vuestro santo Amigo y reconocerlo como propio.
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lunes, 28 de abril de 2014

El temor a Dios

Vídeo del capítulo 19. IV. D. Un Curso de milagros


Un Curso De Milagros

Capítulo 19

D. El cuarto obstáculo:
El temor a Dios

¿Qué verías si no tuvieses miedo de la muerte? ¿Qué sentirías y pensarías si la muerte no te atrajese? Simplemente recordarías a tu Padre. Recordarías al Creador de la vida, la Fuente de todo lo que vive, al Padre del universo y del universo de los universos, así como de todo lo que se encuentra más allá de ellos. Y conforme esta memoria surja en tu mente, la paz tendrá todavía que superar el obstáculo final, tras el cual se consuma la salvación y al Hijo de Dios se le restituye completamente la cordura. Pues ahíacaba tu mundo.
El cuarto obstáculo a superar pende como un denso velo ante la faz de Cristo. No obstante, a medida que Su faz se revela tras él, radiante de júbilo porque Él mora en el Amor de Su Padre, la paz descorrerá suavemente el velo y se apresurará a encontrarse con Él y a unirse finalmente a Él. Pues este velo obscuro, que hace que la faz de Cristo se asemeje a la de un leproso y que los radiantes rayos del Amor de Su Padre que iluminan Su rostro con gloria parezcan chorros de sangre, se desvanecerá ante la deslumbrante luz que se encuentra más allá de él una vez que el miedo a la muerte haya desaparecido.
Este velo, que la creencia en la muerte mantiene intacto y que su atracción protege, es el más tenebroso de todos. La dedicación a la muerte y a su soberanía no es más que el voto solemne, la promesa que en secreto le hiciste al ego de jamás descorrer ese velo, de no acercarte a él y de ni siquiera sospechar que está ahí. Éste es el acuerdo secreto al que llegaste con el ego para mantener eternamente en el olvido lo que se encuentra más allá del velo. He aquí tu promesa de jamás permitir que la unión te haga abandonar la separación; la profunda amnesia en la que el recuerdo de Dios parece estar totalmente olvidado; la brecha entre tu Ser y tú: el temor a Dios, el último paso de tu disociación.
Observa cómo la creencia en la muerte parece "salvarte". Pues si ésta desapareciese, ¿a qué le podrías temer, sino a la vida? La atracción de la muerte es lo que hace que la vida parezca ser algo feo, cruel ytiránico. Tu miedo a la muerte no es mayor que el que le tienes al ego. Ambos son los amigos que tú
has elegido, ya que en tu secreta alianza con ellos has acordado no permitir que jamás se revoque el temor a Dios, de modo que pudieses contemplar la faz de Cristo y unirte a Él en Su Padre.
Cada obstáculo que la paz debe superar se salva de la misma manera: el miedo que lo originó cede ante el amor que se encuentra detrás, y así desaparece el miedo. Y lo mismo ocurre con este último obstáculo. El deseo de deshacerte de la paz y de ahuyentar el Espíritu Santo se desvanece en presencia del sereno reconocimiento de que amas a Dios. La exaltación del cuerpo se abandona en favor del espíritu, al que amas como jamás podrías haber amado al cuerpo. Y la atracción de la muerte desaparece para siempre a medida que la atracción del amor despierta en ti y te llama. Desde más allá de cada uno de los obstáculos que te impiden amar, el Amor Mismo ha llamado. Y cada uno de ellos ha sido superado mediante el poder de atracción que ejerce lo que se encuentra tras ellos. El hecho de que deseases el miedo era lo que hacía que pareciesen insuperables. Mas cuando oíste la Voz del Amor tras ellos, contestaste y ellos desaparecieron.
Y ahora te encuentras aterrorizado ante lo que juraste no volver a mirar nunca más. Bajas la vista, al recordar la promesa que les hiciste a tus "amigos". La "belleza" del pecado, la sutil atracción de la culpabilidad, la "santa" imagen encerada de la muerte y el temor de la venganza del ego a quien le juraste con sangre que no lo abandonarías, se alzan todos, y te ruegan que no levantes la mirada. Pues te das cuenta de que si miras ahí y permites que el velo se descorra, ellos desaparecerán para siempre. Todos tus "amigos", tus "protectores" y tu "hogar" se desvanecerían. No recordarías nada de lo que ahora recuerdas.
Te parece que el mundo te abandonaría por completo sólo con que alzases la mirada. Sin embargo, lo único que ocurriría es que serías tú quien lo abandonaría para siempre. En esto consiste el re-establecimiento de tu voluntad. Mira con los ojos bien abiertos a eso que juraste no mirar, y nunca más creerás que estás a merced de cosas que se encuentran más allá de ti, de fuerzas que no puedes controlar o de pensamientos que te asaltan en contra de tu voluntad. Tu voluntad es mirar ahí. Ningún deseo desquiciado, ningún impulso trivial de volverte a olvidar, ninguna punzada de miedo, ni el frío sudor de lo que aparenta ser la muerte pueden oponerse a tu voluntad. Pues lo que te atrae desde detrás del velo es algo que se encuentra en lo más recóndito de tu ser, algo de lo que no estás separado y con lo que eres completamente uno.
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LA MAGIA ES ENTENDER LA IDEA Y EL MILAGRO REALIZARLA… “Es un trabajo eterno, sin principio ni fin. Somos pensamientos, y como tales, estamos siempre renovándonos, reciclándonos, obteniendo nuevos conocimientos. No podemos mantenernos estáticos: nuestra naturaleza no lo permitiría. Fuimos creados para mantener la mente universal activa y siempre actualizada. Muchos son los llamados, pero pocos los elegidos. Las energías-pensamientos que trasciendan y se eleven lo habrán merecido. Para llegar a ser guardián del planeta se necesita haber llegado a un estado espiritual muy elevado y a un nivel extraordinario; aquellos que lo consigan lo habrán ganado con el sudor de su frente.
Decir y hacer son dos términos diferentes. Es fácil creer, como hacen ustedes a través de la fantasía, que se sentarán a la diestra del creador y así se quedarán eternamente. ¿Haciendo qué? Santifican a los hombres como si ellos hubieran conseguido la máxima elevación universal. Confiesan sus pecados e inmediatamente están perdonados. El reconocimiento de una falla no se puede perdonar instantáneamente; el ser que lo reconoce y lo acepta, recién está comenzando su depuración a través del entendimiento profundo; mediante su análisis y los actos de su vida, tendrá que demostrar lo contrario, para llegar a una verdadera rectificación y elevación de su energía-pensamiento. Pertenecer a una institución religiosa no es lo mismo que tener una religión interna. La espiritualidad debe ser auténtica. No son los templos, rezos, cánticos y ritos religiosos lo que los formará: son ustedes, que interiormente crearán su espiritualidad y la volcarán en los actos, acciones y pensamientos de sus vidas, haciendo de su planeta Tierra una realidad material-espiritual.
Elevar, trascender y salir del planeta para entrar en otras realidades de existencia, implica tener las condiciones necesarias para encarnar en otras realidades. Ustedes salen y entran, pasando de la realidad-materia a la realidad antimateria, regresando una y otra vez. Mientras no eleven la energía-pensamiento, es imposible pensar en entrar en otras realidades de existencia. El universo es tan ordenado que cualquier energía-pensamiento que no pertenezca al grado o plano de esa realidad es considerada un virus y rechazada como tal. Una célula del sistema digestivo no puede pasar a otro sistema, pues este reaccionaría atacándola como a un invasor; si no lo hiciera, el virus-invasor produciría enfermedad y muerte en su sistema. El cuerpo universal es perfecto y ordenado; solo se puede pasar de una dimensión a otra siempre y cuando la energía contenga en sí misma, las características propias del sistema o plano dimensional que la atraerá por afinidad energética”… EL SER UNO I - Los Arcanos de Thoth

sábado, 26 de abril de 2014


Tu LuzInterior
No debemos detenernos frente a las apariencias, por el contrario debemos ir más alla de nuestros limites.......tenemoz que entrar cada vez más en la profundidad de la vida. No debemos tener miedo a aventurarse en nuevas realidades. Si queremos sentir la grandeza de nuestra alma debemos dejar que nuestros corazones nos guíen mas alla de la pared de la ilusión. La naturaleza nos ayuda a ponernos en contacto con nuestro verdadero ser, el amor incondicional.


Matemáticas Áureas y Geometría sagrada -- Adriàn García -- COGNOS 2013

Un Curso De Milagros

Capítulo 19

C. El tercer obstáculo:
i. El cuerpo incorruptible

El pecado, la culpabilidad y la muerte se originaron en el ego, en clara oposición a la vida, a la inocencia y a la Voluntad de Dios mismo. ¿Dónde puede hallarse semejante oposición, sino en las mentes enfermizas de los desquiciados, que se han consagrado a la locura y se oponen firmemente a la paz del Cielo? Pero una cosa es segura: Dios, que no creó ni el pecado ni la muerte, no dispone que tú estés aprisionado por ellos. Pues Él no conoce ni el pecado ni sus resultados. Las figuras amortajadas que marchan en la procesión fúnebre no lo hacen en honor de su Creador, Cuya Voluntad es que vivan. No están acatando Su Voluntad, sino oponiéndose a ella.
¿Y qué es ese cuerpo vestido de negro que quieren enterrar? Es un cuerpo que ellos consagraron a la muerte, un símbolo de corrupción, un sacrificio al pecado, ofrecido a éste para que se cebe en él y, de este modo, siga viviendo; algo condenado, maldecido por su hacedor y lamentado por todos los miembros de la procesión fúnebre que se identifican con él. Tú que crees haber sentenciado al Hijo de Dios a esto eresarrogante. Pero tú que quieres liberarlo no haces sino honrar la Voluntad de su Creador. La arrogancia del pecado, el orgullo de la culpabilidad, el sepulcro de la separación, son todos parte de tu consagración a la muerte, lo cual aún no has reconocido. El brillo de culpabilidad con el que revestiste al cuerpo no haría sino destruirlo. Pues lo que el ego ama, lo mata por haberle obedecido. Pero no puede matar a lo que no le obedece.
Tú tienes otra consagración que puede mantener al cuerpo incorrupto y en perfectas condiciones mientras sea útil para tu santo propósito. El cuerpo es tan incapaz de morir como de sentir. No hace nada. De por si, no es ni corruptible ni incorruptible. No es nada. Es el resultado de una insignificante y descabellada idea de corrupción que puede ser corregida. Pues Dios ha contestado a esta idea demente con una Suya, una Respuesta que no se ha alejado de Él, y que, por lo tanto, lleva al Creador a la conciencia de toda mente que haya oído Su Respuesta y la haya aceptado.
A ti que estás dedicado a lo incorruptible se te ha concedido, mediante tu aceptación, el poder de liberar de la corrupción. ¿Qué mejor manera puede haber de enseñarte el primer principio fundamental de un curso de milagros, que mostrándote que el que parece ser más difícil se puede lograr primero? El cuerpo no puede hacer otra cosa que servir a tu propósito. Tal como lo consideres, eso es lo que te parecerá que es. La muerte, de ser real, supondría la ruptura final y absoluta de la comunicación, lo cual es el objetivo del ego.
Aquellos que tienen miedo de la muerte no ven con cuánta frecuencia y con cuánta fuerza claman por ella, implorándole que venga a salvarlos de la comunicación. Pues consideran que la muerte es un refugio: el gran salvador tenebroso que libera de la luz de la verdad, la respuesta a la Respuesta, lo que acalla la Voz que habla en favor de Dios. Sin embargo, abandonarte a la muerte no pone fin al conflicto. Sólo la Respuesta de Dios es su fin. El obstáculo que tu aparente amor por la muerte supone y que la paz debe superar parece ser muy grande. Pues en él yacen ocultos todos los secretos del ego, todas sus insólitas artimañas, todas sus ideas enfermizas y extrañas imaginaciones. En él radica la ruptura final de la unión, el triunfo de lo que el ego ha fabricado sobre la creación de Dios, la victoria de lo que no tiene vida sobre la Vida Misma.
Bajo el polvoriento contorno de su mundo distorsionado, el ego quiere dar sepultura al Hijo de Dios, a quien ordenó asesinar, y en cuya putrefacción reside la prueba de que Dios Mismo es impotente ante el poderío del ego e incapaz de proteger la vida que Él creó contra el cruel deseo de matar del ego. Hermano mío, criatura de Dios, esto no es más que un sueño de muerte. No hay funeral, ni altares tenebrosos, ni mandamientos siniestros, ni distorsionados ritos de condena a los que el cuerpo te pueda conducir. No pidas que se te libere de eso, más bien, libera al cuerpo de las despiadadas e inexorables órdenes a las que lo sometiste y perdónalo por lo que tú le ordenaste hacer, Al exaltarlo lo condenaste a morir, pues sólo la muerte podía derrotar a la vida. ¿Y qué otra cosa, sino la demencia, podría percibir la derrota de Dios y creer que es real?
Él miedo a la muerte desaparecerá a medida que la atracción que ésta ejerce ceda ante la verdadera atracción del amor. El final del pecado, que anida quedamente en la seguridad de tu relación, protegido por tu unión con tu hermano y listo para convertirse en una poderosa fuerza al servicio de Dios, está muy cerca. El amor protege celosamente los primeros pasos de la salvación, la resguarda de cualquier pensamiento que la pudiese atacar y la prepara silenciosamente para cumplir la imponente tarea para la que se te concedió. Los ángeles dan sustento a tu recién nacido propósito, el Espíritu Santo le da abrigo y Dios Mismo vela por él. No tienes que protegerlo; ya dispones de él. Pues es inmortal, y en él reside el final de la muerte.
¿Qué peligro puede asaltar al que es completamente inocente? ¿Qué puede atacar al que está libre de culpa? ¿Que temor podría venir a perturbar la paz de la impecabilidad* misma? Si bien lo que se te ha concedido todavía se encuentra en su infancia, está en completa comunicación con Dios y contigo. En sus diminutas manos se encuentran, perfectamente a salvo, todos los milagros que has de obrar, y te los ofrece. El milagro de la vida es eterno, y aunque ha nacido en el tiempo, se le da sustento en la eternidad. Contempla a ese tierno infante, al que diste un lugar de reposo al perdonar a tu hermano, y ve en él la Voluntad de Dios. He aquí el bebé de Belén renacido. Y todo aquel que le dé abrigo lo seguirá, no a la cruz, sino a la resurrección y a la vida.
Cuando alguna cosa te parezca ser una fuente de miedo, cuando una situación te llene de terror y haga que tu cuerpo se estremezca y se vea cubierto con el frío sudor del miedo, recuerda que siempre es por la misma razón: el ego ha percibido la situación como un símbolo de miedo, como un signo de pecado y de muerte. Recuerda entonces que ni el signo ni el símbolo se deben confundir con su fuente, pues deben representar algo distinto de ellos mismos. Su significado no puede residir en ellos mismos, sino que se debe buscar en aquello que representan. Y así, puede que no signifiquen nada o que lo signifiquen todo, dependiendo de la verdad o falsedad de la idea que reflejan. Cuando te enfrentes con tal aparente incertidumbre con respecto al significado de algo, no juzgues la situación. Recuerda la santa Presencia de Aquel que se te dio para que fuese la Fuente del juicio. Pon la situación en Sus manos para que Él la juzgue por ti, y di:
  • Te entrego esto para que lo examines y juzgues por mí.
  • No dejes que lo vea como un signo de pecad y de muerte, ni que lo use para destruir.
  • Enséñame a no hacer de ello un obstáculo para la paz, sino a dejar que Tú lo uses por mi,
    para facilitar su llegada.
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    viernes, 25 de abril de 2014

    La Manipulación en Masa. Hablamos de Creencias? 

    Para tomar conciencia y transformar, hace falta mucha, mucha humildad y honestidad. OBSERVAR en cada momento al ego y estar PRESENTES. Y si caemos, verlo y cogerlo como una oportunidad. Ese es el único camino...para despertar.


    "La sinceridad es la llave para el autoconocimiento, aunque ser sinceros pueda crearnos sufrimiento."
    -G. I. Gurdjieff
    La atracción de la muerte
     

    Vídeo del capítulo. 19 IV. C. Un Curso de Milagros

    Un Curso De Milagros

    Capítulo 19

    C. El tercer obstáculo:
    La atracción de la muerte

    A ti y a tu hermano, en cuya relación especial el Espíritu Santo entró a formar parte, se os ha concedido liberar - y ser liberados - del culto a la muerte. Pues esto fue lo que se os ofreció, y vosotros lo aceptasteis. No obstante, tenéis que aprender más acerca de este extraño culto, pues encierra el tercer obstáculo que la paz debe superar. Nadie puede morir a menos que elija la muerte. Lo que parece ser el miedo a la muerte es realmente su atracción. La culpabilidad es asimismo algo temido y temible. Mas no ejerce ningún poder, excepto sobre aquellos que se sienten atraídos por ella y la buscan. Y lo mismo ocurre con la muerte. Concebida por el ego, su tenebrosa sombra se extiende sobre toda cosa viviente porque el ego es el "enemigo" de la vida.
    Mas una sombra no puede matar. ¿Qué es una sombra para los que viven? Basta con que la pasen de largo para que desaparezca. ¿Y qué ocurre con aquellos cuya consagración no es a la vida; los "pecadores" enlutados, el lúgubre coro del ego, quienes se arrastran penosamente en dirección contraria a la vida, tirando de sus cadenas y marchando en lenta procesión en honor de su sombrío dictador, señor y amo de la muerte? Toca a cualquiera de ellos con las dulces manos del perdón, y observa cómo desaparecen sus cadenas, junto con las tuyas. Ve cómo se despoja del ropaje de luto con el que iba vestido a su propio funeral y óyele reírse de la muerte. Gracias a tu perdón puede escapar de la sentencia que el pecado quería imponerle. Esto no es arrogancia. Es la Voluntad de Dios. ¿Qué podría ser imposible para ti que elegiste que Su Voluntad fuera la tuya? ¿Qué significado podría tener la muerte para ti? Tu dedicación no es a la muerte ni a su amo. Cuando aceptaste el glorioso propósito del Espíritu Santo en vez del del ego, renunciaste a la muerte y la substituiste por la vida. Ya sabemos que ninguna idea abandona su fuente. Y la muerte es el resultado del pensamiento al que llamamos ego, tan inequívocamente como la vida es el resultado del Pensamiento de Dios.
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    jueves, 24 de abril de 2014


    Fin a la hegemonía mundial de EE.UU.: Cinco candidatos para reemplazarlo

    EE.UU. perderá su hegemonía internacional y entre los años 2070 y 2080 tendrá lugar la III Guerra Mundial, calcula el futurólogo brasileño Paulo Vicente Alves, de la escuela de negocios Fundação Dom Cabral.
    En un artículo en el diario 'The Financial Times', Alves explica que su conclusión se basa en la combinación de dos teorías de ciclos históricos de la economía. Una es la teoría de estabilidad hegemónica, que dice que el mundo es estable solo cuando tiene un líder y este líder cambia cada 100-140 años. Antes fue el Imperio británico y ahora es EE.UU. La otra es la teoría de las ondas de Kondrátiev que divide la moderna economía mundial capitalista en fluctuaciones cíclicas de entre 47 y 60 años de duración: al inicio de un ciclo el desarrollo de nuevas tecnologías causa un auge económico, luego el crecimiento se ralentiza y llega una crisis. Después todo vuelve a repetirse. Al analizar las dos teorías, Alves compuso un pronóstico para el siglo XXI y lo dividió en cuatro actos.

    Acto I: La crisis de la década de 2020

    Durante los próximos cuatro años el mundo liderado por EE.UU. permanecerá en la subfase de agotamiento. En 2018 la situación se agravará aún más y empezará la crisis. Habrá 'guerras' por el petróleo, los metales y el agua en América del Sur, África y Oceanía que durarán hasta 2030. Las causas son los cinco problemas básicos de un estado moderno: un sistema de pensiones inestable, el aumento de los precios de la energía, el aumento de los precios del agua y los alimentos, una gestión pública ineficiente y el aumento del número de conflictos militares y culturales.

    Acto II: La revolución tecnológica de los 2040

    A partir de 2030 en un mundo todavía bajo la hegemonía de Washington empezará un período de recuperación basado en robots, intelecto artificial, biotecnologías, energía verde o tecnologías espaciales (o todo ello junto). Como resultado, entre los años 2042 y 2055 tendrá lugar una expansión de EE.UU. y un auge económico internacional. Sin embargo, la prosperidad financiera volverá a desvanecerse después: la nueva fase de agotamiento durará hasta el año 2067 y coincidirá con la última etapa de la hegemonía mundial de Washington.

    Acto IIILas guerras mundiales de los 2070-2080

    En 2067 empezará una profunda crisis y la fase de transición en la que EE.UU. empezará a perder su liderazgo a nivel global. Será un período de caos y conflictos bélicos internacionales de mayor escala. Según Alves, las guerras se deberán, por una parte, a las contradicciones entre el desarrollo que aumenta el consumo de energía y recursos, y la preservación. Por otra parte, es posible un auge de la inteligencia artificial y la manipulación genética, lo que resultará en una crisis de identidad humana y derechos civiles para esta inteligencia artificial.

    De estos conflictos se originarán tecnologías nuevas que desembocaran en soluciones nuevas, asegura el futurólogo. En 2080 empezará un período de recuperación.

    Acto IV: ¿Quién será el nuevo líder mundial después de EE.UU.?

    En 2092 la recuperación triunfará y dará lugar a una etapa de nueva expansión. Pero esta vez el estado hegemónico será otro, no EE.UU.

    A finales del siglo XXI serán los paneles solares los que abastecerán al mundo con energía, mientras que la fuente crucial de agua y metales serán los asteroides conectados con la Tierra, lo más probable mediante ascensores espaciales. Por ello el control del Ecuador terrestre será crucial para el liderazgo en el futuro, deduce Alves. Otro factor importante es que no se ha formado por completo durante el período anterior un nuevo poder hegemónico. Según el analista, hay 5 candidatos posibles que corresponden a todas estas características.

    Estados Unidos de Europa


    Europa puede convertirse en una sola nación que abarque, además, los territorios de África del Norte y una parte de Oriente Medio. El acceso al Ecuador podría ser a través de la Guayana Francesa que seguirá siendo departamento francés de ultramar: hoy en día es formalmente parte de la Unión Europea como Región Ultraperiférica y se ubica en la costa norte de América del Sur, entre Brasil y Surinam, limitando al norte con el océano Atlántico.

    Un EE.UU. absorbido por México


    La integración continua de las Américas y la expansión de la población hispana en EE.UU. resultará en una fusión de EE.UU. con México y, probablemente, con algunas naciones más del Caribe. El acceso al Ecuador terrestre puede ubicarse en Amapá, al norte de Brasil, o en el país del mismo nombre, Ecuador.

    China y sus colonias nuevas


    La alta demanda por parte de China de energía, alimentos, agua y minerales la está empujando hacia África, América del Sur y Oceanía, lo que puede resultar en su integración. Los vínculos posibles con el espacio podrían establecerse en Kenia, Sumatra y Borneo.

    La India y sus colonias nuevas


    La India tiene una situación similar a la de China. Está expandiéndose hacia África, América del Sur y Oceanía, y de nuevo Kenia, Sumatra y Borneo pueden convertirse en sus vínculos con el Ecuador.

    Una Brasil expandida por Sudamérica


    Brasil se está expandiendo demográficamente y comercialmente por América del Sur, lo que podría resultar en una integración demográfica y comercial. Un día puede resultar también en una integración política.


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    Un Curso De Milagros

    Capítulo 19

    B. El segundo obstáculo:
    i. La atracción del dolor

    Tu pequeño papel consiste únicamente en entregarle al Espíritu Santo la idea del sacrificio en su totalidad y aceptar la paz que Él te ofrece a cambio sin imponer ningún límite que impida su extensión, lo cual limitaría tu conciencia de ella. Pues lo que Él otorga tiene que extenderse si quieres disponer de su poder ilimitado y utilizarlo para liberar al Hijo de Dios. No es de este poder de lo que quieres deshacerte, y, puesto que ya dispones de él, no puedes limitarlo. Si la paz no tiene hogar, tampoco lo tenemos ni tú ni yo. Y aquel que es nuestro hogar se queda sin hogar junto con nosotros. ¿Es eso lo que quieres? ¿Deseas ser un eterno vagabundo en busca de paz? ¿Pondrías tus esperanzas de paz y felicidad en lo que no puede sino fracasar?
    Tener fe en lo eterno está siempre justificado, pues lo eterno es siempre benévolo, infinitamente paciente y totalmente amoroso. Te aceptará totalmente y te colmará de paz. Pero sólo se puede unir a lo que ya está en paz dentro de ti, lo cual es tan inmortal como lo es lo eterno. El cuerpo no puede proporcionarte ni paz ni desasosiego, ni alegría ni dolor. Es un medio, no un fin. De por sí no tiene ningún propósito, sino sólo el que se le atribuye. El cuerpo parecerá ser aquello que constituya el medio para alcanzar el objetivo que tú le asignes. Solo la mente puede fijar propósitos, y sólo la mente puede discernir los medios necesarios para su logro, así como justificar su uso. Tanto la paz como la culpabilidad son estados mentales que se pueden alcanzar. Y esos estados son el hogar de la emoción que los suscita, que, por consiguiente, es compatible con ellos.
    Examina, entonces, qué es lo que es compatible contigo. Ésta es la elección que tienes ante ti, y es una elección libre. Mas todo lo que radica en ella vendrá con ella, y lo que crees ser jamás puede estar separado de ella. El cuerpo aparenta ser el gran traidor de la fe. En él residen la desilusión y las semillas de la falta de fe, mas sólo si le pides lo que no puede dar. ¿Puede ser tu error causa razonable para la depresión, la desilusión y el ataque de represalia contra lo que crees que te ha fallado? No uses tu error para justificar tu falta de fe. No has pecado, pero te has equivocado con respecto a lo que significa tener fe. Mas la corrección de tu error te dará motivos para tener fe.
    Es imposible tratar de obtener placer a través del cuerpo y no hallar dolor. Es esencial que esta relación se entienda, ya que el ego la considera la prueba del pecado. En realidad no es punitiva en absoluto. Pero si es el resultado inevitable de equipararse con el cuerpo, lo cual es la invitación al dolor. Pues ello le abre las puertas al miedo, haciendo que se convierta en tu propósito. La atracción de la culpabilidad no puede sino entrar con él, y cualquier cosa que el miedo le ordene hacer al cuerpo es, por lo tanto, dolorosa. Éste compartirá el dolor de todas las ilusiones, y la ilusión de placer se experimentará como dolor.
    ¿No es acaso esto inevitable? El cuerpo, a las órdenes del miedo, irá en busca de culpabilidad y servirá a su amo, cuya atracción por la culpabilidad mantiene intacta toda la ilusión de su existencia. En esto consiste, pues, la atracción del dolor. Regido por esta percepción, el cuerpo se convierte en el siervo del dolor, lo persigue con un gran sentido del deber y acata la idea de que el dolor es placer. Ésta es la idea que subyace a la excesiva importancia que el ego le atribuye al cuerpo. Y mantiene oculta esta relación demente, si bien, se nutre de ella. A ti te enseña que el placer corporal es felicidad. Mas a sí mismo se susurra: "Es la muerte".
    ¿Por qué razón es el cuerpo tan importante para ti? Aquello de lo que se compone ciertamente no es valioso. Y es igualmente cierto que no puede sentir nada. Te transmite las sensaciones que tú deseas. Pues el cuerpo, al igual que cualquier otro medio de comunicación, recibe y transmite los mensajes que se le dan. Pero éstos le son completamente indiferentes. Todos los sentimientos con los que se revisten dichos mensajes los proporcionan el emisor y el receptor. Tanto el ego como el Espíritu Santo reconocen esto, y ambos reconocen también que aquí el emisor y el receptor son uno y lo mismo. El Espíritu Santo te dice esto con alegría. El ego te lo oculta, pues no quiere que seas consciente de ello. ¿Quién transmitiría mensajes de odio y de ataque si entendiese que se los está enviando a si mismo? ¿Quién se acusaría, se declararía culpable y se condenaría a sí mismo?
    Él ego siempre proyecta sus mensajes fuera de ti, al creer que es otro y no tú el que ha de sufrir por tus mensajes de ataque y culpabilidad. E incluso si tú sufres, el otro ha de sufrir aún más. El supremo engañador reconoce que esto no es verdad, pero como "enemigo" de la paz que es, te incita a que proyectes todos tus mensajes de odio y así te liberes a ti mismo. Y para convencerte de que esto es posible, le ordena al cuerpo a que busque dolor en el ataque contra otro, lo llame placer y te lo ofrezca como tu liberación del ataque.
    No hagas caso de su locura, ni creas que lo imposible es verdad. No olvides que el ego ha consagrado el cuerpo al objetivo del pecado y que tiene absoluta fe de que el cuerpo puede lograrlo. Sus sombríos discípulos entonan incesantemente alabanzas al cuerpo, en solemne celebración del poderío del ego No hay ni uno solo que no crea que sucumbir a la atracción de la culpabilidad es la manera de escaparse del dolor. Ni uno solo de ellos puede dejar de identificarse a sí mismo con su propio cuerpo, sin el cual moriría, pero dentro del cual, su muerte es igualmente inevitable.
    Los discípulos del ego no se dan cuenta de que se han consagrado a sí mismos a la muerte. Se les ha ofrecido la libertad pero no la han aceptado, y lo que se ofrece se tiene también que aceptar para que sea verdaderamente dado. Pues el Espíritu Santo es también un medio de comunicación, que recibe los mensajes del Padre y se los ofrece al Hijo. Al igual que el ego, el Espíritu Santo es a la vez emisor y receptor. Pues lo que se envía a través de Él retorna a Él, buscándose a sí mismo en el trayecto y encontrando lo que busca. De igual manera, el ego encuentra la muerte que busca, y te la devuelve a ti.
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