viernes, 10 de octubre de 2014

CARTA ABIERTA A EL SER UNO… Tengo una gran inquietud. Desde mediados del año pasado entré en una etapa muy bonita de luz y amor en mí ser. Amor que sentía brotar desde mi corazón y que con mis ojos me hacían ver lo maravilloso del universo, del planeta, de mi entorno... aunque en las situaciones y aconteceres difíciles y oscuros del planeta (las guerras, el hambre, la pobreza, la violencia, etc.) el dolor en mi ser me hacía sentir frágil, afligida, triste. Pero de unos meses hasta le fecha he empezado a sentir que ha cambiado en mi ese sentir, me siento de alguna manera más densa en mis pensamientos y sentimientos. Volví al vacío, es decir, a no sentir ese amor y a ser indiferente a los problemas del mundo. En julio empecé a participar en el alineamiento cósmico y hasta septiembre lo hice siendo el primero de ellos el más hermoso y especial para mí. Ahora, he fallado. No empecé la preparación, ya mis sentimientos, como dije anteriormente, son diferentes y han cambiado haciéndome sentir más oscura, en tinieblas. Tengo temor, no quiero perder el camino y siento que me he fallado a mí misma. ¿Qué implicaciones tiene el no haber llevado a cabo en este cuarto mes de alineamiento cósmico mi preparación y participación? Yo siento, creo, amo... mi corazón me dice una cosa y mi razón hace otra. Me siento confundida. Agradezco enormemente sus palabras y la luz que puedan traer a mí ser… Andy.

RESPUESTA… Estimada Andy, no hay cosa peor que presionarse espiritualmente, cuando se hace eso la energía no fluye, porque deseamos que todo sea perfecto y que la sensación placentera no desaparezca nunca. Esto manera de sentir está siendo empujada y apoyada por la SENSACIÓN de las emociones y de los sentidos. Vivimos en un mundo donde fluctuamos emocionalmente, subimos y bajamos constantemente. Cuando subimos sentimos felicidad y placer, es tanto que no queremos que nada ni nadie interrumpa nuestro vuelo a las altas esferas celestiales, donde no existe el sufrimiento, dolor, miseria, violencia etc. Cuando bajamos vemos el mundo tal cual es y nos desilusionamos y al hacerlo queremos huir espantados por todo lo que percibimos, no queremos ni escuchar de las horribles noticias o de hechos desagradables que suceden a nuestro alrededor.
En realidad ¿Cuál es el trabajo que debemos realizar? ¿Suspendernos eternamente en nubes de algodón, en burbujas rosadas de bienestar? ¿Es esa la espiritualidad que nos han transmitido? ¿Queremos imitar a los santos que estaban en eterna contemplación en sus conventos, alejados del mundanal ruido y de las tenciones del mundo? ¿Nos sentimos densos, oscuros, malos por sentir lo que sentimos?... La verdadera espiritualidad no es huir, escapar, esconderse, evitar - Todo lo contrario - Cuando estamos abajo debemos aplicar todo lo que aprendimos arriba y hacerlo lo mejor que podamos. No somos perfectos. El hecho de regresar no significa que nos densificamos y perdemos toda la espiritualidad transmitida o adquirida – No es así – Lo que sucede es que cuando volamos libres en sensaciones de placer interno y emocional y regresamos a esta cruda realidad, todos nosotros sufrimos un shock conceptual, porque percibimos esta realidad como una cárcel, un impedimento hacia la Libertad del Alma.
Nuestra vida no consiste en huir de esta realidad, dejarla para atrás, sentir que lo material no vale nada, despreciar este mundo, odiarlo, rechazarlo o no darle ninguna importancia, es todo al revés, debemos valorarla y apreciarla como una escuela, donde venimos a aprender y a adquirir experiencias de vida y existencia, lo cual nos servirá para formar una base de nuestra existencia y poder trascender a otras realidades energéticas que son mucho más elevadas. Es transformarla en una realidad positiva llena de LUZ y AMOR, pero para ello, todos los seres de este planeta debemos trabajar las emociones, son ellas las que nos atrapan en la densidad y oscuridad, porque no son estables en el alma de los seres. Cuando las estabilicemos entonces no nos importará si estamos arriba o abajo, porque en cualquiera de esos dos lugares siempre tendremos dos cualidades universales, las cuales nos permitirán movernos en el cosmos de la Armonía y Paz. Son dos herramientas que llevamos en el corazón y alma. Estas dos herramientas nos ayudan a vivir y existir se llaman: ECUANIMIDAD Y EQUILIBRIO...Camino del Ser.
Un Curso De Milagros
Lección 24

No percibo lo que más me conviene


Un Curso De Milagros

LECCIÓN 24

No percibo lo que más me conviene

No te das cuenta en ninguna de las situaciones que se presentan ante ti del desenlace que te haría feliz. No tienes, por lo tanto, una pauta por la que regir debidamente tus acciones, ni manera alguna de juzgar sus resultados. Lo que haces está determinado por tu percepción de la situación de que se trate, y esa percepción es errónea. Es inevitable, pues, que nada de lo que hagas sea en beneficio de lo que más te conviene. No obstante, lo que más te conviene constituye tu único objetivo en toda situación que se perciba correctamente. De lo contrario, te resultará imposible reconocerlo.
Si te dieses cuenta de que en realidad no percibes lo que más te conviene, se te podría enseñar lo que ello es. Pero como estás convencido de que lo sabes, no puedes aprender. La idea de hoy es un paso encaminado a hacer que tu mente se vuelva receptiva de manera que el aprendizaje pueda dar comienzo.
Los ejercicios de hoy requieren mucha más honestidad de la que estás acostumbrado a usar. Te será más útil examinar unos pocos temas honesta y minuciosamente en cada una de las cinco sesiones de práctica que se deben llevar a cabo hoy, que un mayor número superficialmente. Se recomiendan dos minutos para cada uno de los períodos de búsqueda mental que los ejercicios de hoy requieren.
Las sesiones de práctica se deben comenzar repitiendo la idea de hoy, a lo que debe seguir una búsqueda mental con los ojos cerrados de aquellas situaciones en tu vida que aún no estén resueltas y que actualmente te están causando desasosiego. Debes hacer hincapié en descubrir cuál es el resultado que deseas. Te darás cuenta muy pronto de que tienes varios objetivos en mente como parte del resultado que deseas y también de que esos objetivos se encuentran en diferentes niveles y de que con frecuencia son conflictivos.
Al aplicar la idea de hoy, nombra cada situación que se te ocurra, y luego enumera minuciosamente todos los objetivos que te gustaría alcanzar en el desenlace de la misma. El modelo que se debe seguir en cada caso debe ser más o menos así:
Lo que me gustaría que ocurriese en relación con ___, es que ___ y que ___ sucediese,
y así sucesivamente. Trata de abarcar tantos diferentes desenlaces como honestamente se te ocurran, aun cuando algunos de ellos no parezcan estar directamente relacionados con la situación, o, lo que es más, ni siquiera parezcan tener nada que ver con ella.
Si haces estos ejercicios correctamente, te darás cuenta de inmediato de que estás exigiendo de cada situación un gran número de cosas que no tienen nada que ver con ella. Te percatarás asimismo de que muchos de tus objetivos son contradictorios, que no tienes un resultado concreto en mente, y que no puedes por menos que experimentar desilusión con respecto a algunos de tus objetivos, independientemente de como se resuelva finalmente la situación.
Después de pasar revista a tantos objetivos anhelados como puedas para cada situación aún sin resolver que cruce tu mente, di para tus adentros:
No percibo lo que más me conviene en esta situación,
y pasa a la siguiente.
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