domingo, 30 de septiembre de 2018

Como se creó el FMI 
(fomentando la maldad intencionalmente)
La trampa de crear deuda de la nada y de esclavizar a la humanidad despojándola de todo

viernes, 28 de septiembre de 2018

EL SER HUMANO ESTÁ ENTREGANDO SU PODER DIVINO A LAS MÁQUINAS

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EL SER HUMANO SIEMPRE HA BUSCADO LA INMORTALIDAD Y LA DIVINIDAD PERO AHORA LA BUSCA SÓLO HACIA AFUERA, UTILIZANDO UN SOPORTE EXTERNO QUE LE HACE OLVIDAR QUE TODO LO MARAVILLOSO QUE EXISTE EN SUS APARATOS EXISTE EN ÉL MISMO

Una expresión griega dice: “lo divino es”, lo divino indeterminado. Este hecho existe en la experiencia de todos. No es algo que pertenezca sólo a un momento determinado de la historia. Pertenece al tejido de nuestra vida. La verdadera diferencia estriba en reconocerlo o no.

Yuval Noah Harari se ha convertido en uno de los escritores de cabecera de los ejecutivos de Silicon Valley. En su Homo Deus: A Brief History of Tomorrow argumenta que los avances tecnológicos exponenciales, de la mano de la desigualdad que impera a favor de una élite privilegiada, crearán una brecha en la que los señores de este nuevo mundo serán tan diferentes de nosotros como nosotros de los neandertales. Esta nueva especie será el Homo Deus y la relación que surgirá entre la élite aumentada tecnológicamente a niveles indistinguibles de la divinidad y todos los demás será parecida a la actual entre hombres y animales. Todos los que no seamos parte de esta élite seremos como los animales de hoy en día: ganado, mascotas, curiosidades de zoológico y acaso el tema de una conmovedora campaña de conservación entre los Homo Deus (si es que la compasión y la empatía aún tienen tracción entre los miembros de esta especie).

Harari escribe que hemos llegado a un punto en el que podemos dedicarnos a objetivos trascendentales, habiendo superado nuestras necesidades básicas. "Al buscar la dicha y la inmortalidad, los humanos de hecho están intentando elevarse a la condición de dioses". Harari utiliza la palabra "upgrade", como si estuviéramos en un proceso en la cúspide de la historia de actualizar el programa humano e instalar la divinidad por medios tecnológicos. Harari olvida, sin embargo, que desde el principio de la civilización los hombres han querido hacerse dioses y que la sola conciencia ha hecho que, desde que se tiene memoria, la humanidad tenga un deseo de trascendencia que va más allá de lo meramente biológico. Lo que ha cambiado es sólo la percepción de cómo esto es posible en la mentalidad occidental. Deslumbrados por el poder de la tecnología, hoy en día las élites que controlan esta tecnología, y la economía que se basa en ella, se atreven a creer que la inmortalidad y una especie de divinidad mediatizada están ahora sí al alcance. Esto mismo, sin embargo, ha sido parte de otro tipo de grupos, que por mucho tiempo se han movido a los márgenes de la sociedad --se les llama místicos, aquellos que se mueven en el misterio, en el secreto, y que buscan agenciarse la experiencia de lo divino. Evidentemente, para la tecnoélite de nuestra civilización todas las tentativas de místicos, chamanes y demás son meramente balbuceos primitivos o alucinaciones que hoy se pueden explicar por medio de la neurociencia.

Desde el principio de nuestra civilización, en los textos religiosos más antiguos que tenemos, ha sido esencial a la condición humana la búsqueda de elevarse hacia lo divino. En esto consiste el misterioso ritual del Soma:
¡Hemos bebido el soma y somos ya inmortales!
Hemos logrado la luz, hemos hallado a los dioses. 
Rig Veda

Occidente tiende a desacreditar todo conocimiento que no sea parte del progreso del materialismo científico. Para los científicos de hoy, con sus sofisticados y multimillonarios aceleradores de partículas, es ridículo pensar que hombres semidesnudos hubieran podido conocer los secretos del universo hace miles de años simplemente mirando hacia el interior, utilizando el telescopio de la mente (lo que en la India se conoce como samadhi). Sin embargo, la ciencia moderna comparte con la religión antigua un impulso místico y espiritual hacia el conocimiento: la mayoría de los grandes científicos han estado inspirados en ideas religiosas: Copérnico, Galileo, Newton, Lemaitre, etc., todos vieron en las leyes del cosmos ecos del pensamiento divino. Inclusive la tecnología moderna, desde el Internet hasta la inteligencia artificial, tiene una inspiración en ideas místicas o mesiánicas, como ha demostrado David F. Noble en su libro La religión de la tecnología y como puede claramente constatarse revisando las ideas de Ray Kurzweil, el principal exponente del transhumanismo. "La esperanza de la salvación final a través de la tecnología, sin importar los costos humanos y sociales inmediatos, se ha vuelto la ortodoxia tácita, reforzada por un entusiasmo masivo por lo novedoso estratégicamente inducido por el marketing y avalado por un anhelo milenarista por nuevos comienzos", escribe Noble.

La modernidad ha interpretado a Prometeo como un héroe y ha considerado que la divinización del ser humano o su liberación de la esclavitud de las leyes de la naturaleza deberá ocurrir --como ocurre en cierta interpretación del mito de Prometeo-- a través de la tecnología. Es como si en nuestra fundación estuviera la tecnología ("mitos" modernos como la película 2001: Odisea en el espacio refrendan esta creencia). Sin embargo, hay otro mito que podría ser relevante considerar. En el mito de Dionisio Zagreo, según la visión órfica, éste niño divino es devorado por los titanes, lo cual despierta la furia de Zeus (el padre de Dionisio), quien los calcina con un rayo. Es a través de la mezcla de las cenizas de los titanes y de Dionisio que se crea la humanidad, de aquí se deriva la doctrina de la chispa divina que existe en el ser humano.

El anterior mito, el cual coincide con numerosas otras culturas, sugiere que el ser humano no se tiene que divinizar realizando una hazaña o construyendo un artificio, sino que es de hecho ya divino y sólo debe reconocer su propia naturaleza. Es de este origen divino que tiene potestad sobre la naturaleza y que puede crear e imbuir a sus creaciones de una cierta fuerza divina. En este sentido nuestra capacidad de crear "tecnología indistinguible de la magia", parafraseando a Arthur C. Clarke, es sólo una muestra de nuestra propia divinidad. La precognición del big data, la telepatía de la telefonía celular, la visión remota del Hubble, serían parte de nuestra propia naturaleza inexplorada. Hemos considerado el espacio como la última frontera sin haber antes conquistado la frontera de nuestra propia mente.

En 1918 Oswald Spengler escribió en La decadencia de Occidente:
Las máquinas toman formas cada vez menos humanas, más místicas, ascéticas, esotéricas. Envuelven el mundo con una red infinita de fuerzas sutiles, corrientes, tensiones. Sus cuerpos se vuelven cada vez más inmateriales, y cada vez menos ruidosos. Las ruedas, rodillos y palancas ya no son vocales. Todo lo que importa se retira hacia el interior. El hombre ha sentido que la máquina es diabólica, y con razón. Significa en los ojos del creyente la destitución de Dios. Entrega la causalidad divina hacia el hombre y por él, con una suerte de presagio omnisciente, se pone en marcha silenciosa e irresistible.

Spengler veía en la modernidad mecánica una pérdida del alma que animaba a la cultura: "Rige el cerebro, porque el alma se ha despedido". Es de notar la preciencia de Spengler al notar la tendencia de interiorización de la tecnología, esto tanto en su aspecto físico como funcional: al final lo que se busca replicar, la metatecnología, es la mente. Curiosamente, Marshall McLuhan, el teórico de medios más importante de la segunda mitad del siglo XX, también vio en la tecnología una usurpación diabólica:
Los ambientes de información eléctrica siendo totalmente etéreos fomentan la ilusión del mundo como una sustancia espiritual. Es ya un facsímil del cuerpo místico [de Cristo], una manifestación descollante del Anticristo. Después de todo el Príncipe de este mundo es un gran ingeniero eléctrico.

Tenemos aquí la noción no de la tecnología como una forma de obtener una divinidad ausente, sino como la forma de simular y suplantar una divinidad inherente o latente. Lo anterior no significa que la tecnología es diabólica, sino justamente que es diabólica o divina (que puede ser cualquier cosa que en ella proyectemos) porque es una representación in extenso de la conciencia humana y de la misma naturaleza que es "un símbolo del espíritu" (según Emerson). No es otra cosa que lo que ya existe en el ser humano, la mente desdoblada de manera que por momentos parece tener una existencia autónoma, hasta el punto de conjurar una inteligencia artificial, superior a la nuestra. Dice Borges: "El mayor hechicero (escribe memorablemente Novalis) sería el que el que se embrujara él mismo al punto de tomar sus propias fantasmagorías por apariciones autónomas. ¿No sería esta la verdad de nosotros? Yo conjeturo que así es".

Es mi tesis que el poder de la tecnología que hoy se antoja digno de una deidad, no es más que la transferencia del poder divino de la mente humana hacia una máquina. El hecho de que recurramos a la tecnología para manifestar nuestros deseos más profundos es sólo un síntoma de nuestra creencia ilusoria en la solidez del mundo, de nuestra fe ciega en la materia, esto es, la creencia de que vivimos en un mundo de objetos sólidos, separados, estables e independientes de nuestra mente. La física cuántica, a partir de la interpretación de Niels Bohr, ha demostrado que no existen fenómenos objetivos u objetos clásicos independientes de nuestra observación, incluso que no existe realmente eso que llamamos "cosas". El hecho de que hayamos logrado transformar radicalmente la naturaleza utilizando una serie de aparatos y herramientas, que son en realidad extensiones de nuestras propias facultades, más que una prueba de la valía de la ciencia materialista es muestra del propio poder de nuestra mente, del poder de la mente sobre la materia. El peligro de esta divinización de la máquina --basada en nuestra fe fetichista en el objeto y en lo objetivo-- es fundamentalmente una pérdida de fe en nuestro propio potencial humano, un desplazamiento de lo subjetivo hacia lo objetivo en el cual la conciencia humana crea un límite para sí misma y toda una panoplia de objetos que son sólo su propia fantasmagoría. Al apostar al objeto, a lo externo, a lo físico, abandonamos nuestra propia capacidad de manifestar lo divino como realidad cotidiana. Por usar un parangón tecnológico del potencial humano inherente, así glosa Leon Marvell las ideas de Leibniz en su libro The Physics of Transfigured Light:
Para Leibniz las mentes son almas racionales en virtud del hecho de que no sólo se asemejan a la deidad (son "pequeños dioses") sino que participan en lo divino a través de la presencia de la "luz resplandeciente" interna --una especie de transistor hipercelestial. Una figura contemporánea equivalente bien podría ser que los seres humanos tienen en su interior un aparato de comunicación luciforme que les permite una traducción instantánea entre la inteligencia divina (nous) y la inteligencia terrestre (mens). Mi descripción de este aparato como siendo "luciforme" no es metafórico-- el mismo Leinbiz lo invoca en la noción de un "cuerpo astral [luciforme]" en sus Nuevos ensayos, notando que es una pena que esta noción haya sido rechazada de manera tan poco crítica por sus contemporáneos...

Henri Bergson, en lo que parece haber sido un intento de conciliar la teoría de Darwin con la teología pero que hoy en día puede verse como un antecedente del transhumanismo, escribió que el ser humano tiene "la responsabilidad, entonces, de decidir si sólo quiere vivir, o intentar hacer el esfuerzo extra requerido para cumplir,  incluso en este planeta refractario, la función esencial del universo, que es una máquina para crear dioses" (Las dos fuentes de la moral y de la religión). Esta visión encaja perfectamente con el lenguaje progresista y milenarista del transhumanismo actual, y por lo demás es un reflejo de la visión mecánica del universo que rige aún la física (puesto que la física moderna sigue dominada por la física clásica en tanto que la física cuántica no ha sido asimilada como visión del mundo). Existe, sin embargo, otra visión y es aquella que sugiere que el universo no es una máquina de hacer dioses --cuya punta de lanza sería el ser humano-- sino que es la expresión de una divinidad autosuficiente, perfecta en sí misma, sin ninguna necesidad. Esta visión se articula en un lenguaje distinto; no se habla construir o de evolucionar sino de descubrir y reconocer. El tiempo no se percibe como una carrera o una competencia, sino como una ilusión o un juego. La diferencia es importante porque la primera nos vuelca hacia afuera, en una impetuosa conquista y explotación de la naturaleza y la otra nos hace voltear hacia adentro, a contemplar nuestra naturaleza primordial.

Leer mas en:
https://pijamasurf.com/2017/02/el_ser_humano_esta_entregando_su_poder_divino_a_las_maquinas/

lunes, 24 de septiembre de 2018

Pruebas de que vivimos una simulación

DS INTELIGENCIA


Cerebro y realidad

 

La auténtica función de nuestro cerebro es la de la interpretación de la realidad en la que estamos inmersos.

 

Nuestro cerebro es realmente el creador del tiempo de forma que, en vez de percibirlo como algo que está ahora como “todos los tiempos”, lo percibamos como algo lineal. Realmente vivimos un eterno momento del “ahora”, pero no lo percibimos así debido a esta función esencial de nuestro cerebro. También nos provee de la interpretación del espacio como algo que separa lo que sentimos, o lo que vemos, como algo separado, cuando en realidad nada está separado.

 

El cerebro es un gran artífice en este mundo de ilusión.

 

Todo ocurre aquí y ahora, pero este órgano logra perfectamente darnos la sensación del ahora y del pasado, del aquí y del allá.

 

En realidad toda nuestra existencia sirve para la cosecha de emociones; para que estas surjan es necesario el engaño de unos seres a otros y la sensación de separación por tiempo y por espacio, aún siendo todo “uno” tanto en tiempo como en espacio*.

 

Esta es la mayor función de nuestro cerebro y es clave para nuestra existencia en un mundo como este.

 

A través de nuestra cosecha de emociones volveremos a recordar quienes somos realmente y de dónde venimos, pero para ello hemos de dejar que nuestra gran herramienta que es nuestro cerebro siga creando ilusiones e interpretándolas.

 

Las herramientas de las que dispone para interpretar serán limitadas mientras no adquiramos alto nivel de conciencia, lo cual siempre va ligado a un alto nivel en lo espiritual. Si esas herramientas fueran muy capaces, resolveríamos todo este enigma de manera demasiado fácil y carecería de sentido nuestra creación de mundos como este y nuestra existencia en ellos.

 

En realidad existimos siempre como entidades de otros mundos superiores (de mayor nivel de frecuencia) que nunca dejan esos mundos totalmente aunque se estén manifestando a la vez en mundos como el que ahora creamos y sentimos.

 

Somos entidades de otros mundos en los que no existe el tiempo ni el espacio jugando a un gran juego, el juego de la existencia en mundos diferentes, y a través de ese gran juego obtenemos autoconocimiento  y crecemos hasta fundirnos conscientemente con lo infinito, o con lo indiferenciado.

 

La adquisición de consciencia suficiente le dará a cada entidad aparentemente separada la capacidad de dejar el juego o de continuarlo como para seguir ayudando a los jugadores rezagados.


Peticiones

 

¿Creéis que tiene sentido aquello de: Le pidió a Dios y Dios le escuchó*, y le fue concedido?  Si alguien externo a uno escucha una petición y se le concede de inmediato, lo más probable es que sea un ser de la Oscuridad el que concede, un dios, para su provecho.

 

El auténtico Dios forma parte de nosotros mismos; nuestro Yo Superior forma parte del ser que llamamos Dios. Nuestro Yo Superior nos escucha siempre y si lo que pedimos es sensato y no va contra el plan que se delineó a grandes rasgos antes de nacer uno, puede que lo veamos concedido.

Si algo es sensato y no choca con los planes de nuestro subconsciente nos será concedido de inmediato o a corto plazo en caso de que existan unos ingredientes, y estos son:

 

Deseo, emoción, concreción (viualización clara) y seguridad en el resultado.

 

Si no ponemos emoción o sentimiento, aunque sea de utilidad lo que pedimos, no habrá inmediatez; si no estamos seguros de que algo se nos concederá tampoco habrá inmediatez. Estos ingredientes son muy importantes si queremos ver resultados rápidos.

 

En caso de que seamos tibios estaremos luchando contra la Creación del inconsciente colectivo de los seres de todo nuestro entorno y esto hará que seamos arrastrados; ello provocará el que no haya resultados o que estos sean muy lentos.


El Libertario


Extraterrestres en el Antiguo Testamento - La abducción de Ezequiel




jueves, 20 de septiembre de 2018

Clonación humana


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La clonación humana es un proceso en el que el material celular de un ser viviente es tomado con el propósito de reproducir la apariencia exacta de un ser en una nueva entidad. El material celular* es colocado en un contenedor estéril dentro de un líquido conductivo para el crecimiento de ese material en pureza y sin imperfecciones que puedan entrar a la sustancia. Después de su división y subdivisión, la materia es transferida a un laboratorio más amplio bajo las mismas condiciones de esterilidad y de control de temperatura y de luz.


Las formas embrionarias rápidamente se vuelven evidentes y pronto toman la forma definitiva de un feto que es fácilmente reconocible. Cuando el feto alcanza la etapa de aproximadamente seis meses en el tiempo de gestación normal, es transferido nuevamente a un tanque sostenedor dentro del cual el líquido se aproxima al fluido amniótico dentro del vientre durante el embarazo. En este líquido el feto continúa evolucionando normalmente como si estuviera en un vientre. Cuando el feto alcanza el desarrollo completo, es removido del fluido y entonces es tratado como si hubiera nacido por medios naturales. Excepto, por supuesto, por el hecho de que no hay un cordón umbilical. Una cirugía cosmética menor remedia esa ausencia para completar una apariencia normal.


El proceso de replicación humana no toma un periodo de incubación de nueve meses. Este es acelerado por medio de aditivos  y circunstancias ideales creadas en el laboratorio. El proceso inicial puede tomar entre seis y siete de tus semanas para poder tener certitud de un desarrollo del feto perfecto, y otras ocho a diez semanas son requeridas para el crecimiento total. Puesto que nada de esto es hecho por medio de nacimiento natural, un tiempo de gestación regular no tiene sentido.


La clonación no está restringida a la reproducción de infantes a los que se les permite un crecimiento normal desde su nacimiento hasta la adultez. Cuando se trata del clon de un adulto específico, el periodo de envejecimiento desde su aparición como infante hasta llegar a adulto en sus mejores años, es decir, entre 30 y 35 años de edad, toma solo entre 350 y 400 días. Solo toma un mes adicional de envejecimiento para hacer que el clon llegue a los 65 años de edad de un individuo. Esa es la edad aproximada de la mayoría de los humanos clonados en la Tierra en este tiempo**.


La sustancia que permite este envejecimiento acelerado todavía no ha sido descubierta para tal propósito***, excepto por aquellos pocos científicos comprometidos en el proceso de la clonación. Algunos individuos sobre la Tierra han sido aquejados con el desbalance químico que causa que sus cuerpos envejezcan mucho más rápidamente de lo que es normal****. Un niño de diez años puede tener la apariencia en edad y en funcionamiento y procesos orgánicos de una persona muy anciana -anciana para tus estándares, no así en otras partes-.


El químico que causa el desbalance en ese sistema enfermo del niño es lo que es usado casi a la perfección  en el proceso de rápido envejecimiento de clones infantes para llegar a adultos.


Esta aceleración del proceso de envejecimiento también requiere la adicción de varios nutrientes clave a la dieta y condiciones de laboratorio ideales de temperatura y grados controlados de oxígeno y dióxido de carbono. La desventaja es que cuando la apariencia debe ser idéntica a la persona original que tiene aproximadamente 60 o 65 años de edad, entonces el ser clonado entero debe ser madurado hasta que esa apariencia idéntica sea alcanzada. No hay manera de detener el envejecimiento de los órganos y aún así alcanzar la apariencia necesaria; por lo tanto, los órganos son sometidos a todo el estrés del envejecimiento acelerado, así como también a cualquier deficiencia inherente a los genes de la familia. Incluso si el individuo recientemente clonado inicialmente parece lucir más fresco y joven que la persona original o que el clon predecesor, rápidamente empieza a fallar y comienza a mostrar señales más avanzadas del envejecimiento en todos los aspectos.


Hasta ahora solo he hablado del cuerpo de un individuo clonado. El cerebro es otro tema. Es el aspecto más intrincado del procedimiento de crecimiento, tanto in vitro como una vez en el cuerpo. El cerebro humano es una computadora, y la función de descarga desde el cerebro original hacia el cerebro del clon trabaja exactamente como tus computadoras en este mismo tipo de proceso.


La duplicación del cerebro original puede ser hecha con perfección en un clon infante. La educación es suministrada continuamente al clon a lo largo del periodo de envejecimiento desde el nacimiento a la adultez, y las funciones cerebrales son tan normales como esperarías dentro de las facultades de aprendizaje aceleradas. Puesto que el cerebro es tan vasto en capacidad, la absorción del clon de la información durante el proceso educativo no solo es fácil, sino interesante para la gente involucrada, que ve esos saltos gigantescos en el aprendizaje. Nosotros observamos esto desde aquí y vemos esto como el único aspecto de naturaleza científica en tu planeta que está empezando a esclarecer sus mentes en cuanto a la capacidad funcional del cerebro humano.


El almacenamiento idéntico de la información más reciente es esencial si el clon de reemplazo debe ser aceptado como la persona original.


Mientras nosotros estamos complacidos de ver este avance tecnológico en tu planeta, su mal uso neutraliza nuestra alegría por su descubrimiento. La gente poderosa está siendo clonada ahora y ha sido clonada por muchos años, y nada de esto comenzó con buenas intenciones.





miércoles, 19 de septiembre de 2018


MENTE LIBRE O PROGRAMACIÓN

 

La idea de que somos seres programados responde a las nuevas necesidades de engaño por parte de la élite oculta.

Realmente ellos tan solo tratan de controlar nuestras creencias. Siempre procurarán mantenernos ignorantes y pensando que no existe nada más allá de lo material, que la mente proviene de la materia, que nada existe más allá de la materia proviniendo todo de Dios, pero entregándonos ideas falsas acerca de Dios; procurarán mantenernos engañados en todo lo importante que demos por válido.

La gran mayoría de nosotros ignora que nosotros somos los Creadores, pero nuestros esclavizadores sí lo saben, bien lo saben, y lo tienen en cuenta. Por eso, para ellos es crucial el mantenernos ignorantes y creando una realidad en base a ideas falsas.

 

Uno de los engaños más recientes que se está introduciendo y reforzando es el de que todo lo que vemos responde a la programación de un Gran Computador y que el Universo que vemos realmente no existe, siendo este tan solo una ilusión creada en nosotros mediante los programas de ese Gran Computador. Esto supondría que no tenemos libre elección y ello nos convierte en sujetos pasivos respondiendo tan solo a unos programas, a algo preestablecido.

Si así fuera, ¿Por qué tanto empeño en engañarnos? ¿Por qué tantas mentiras, tantas religiones, tantas sectas verticalizadas y militarizadas para que no nos salgamos de lo establecido? ¿Por qué tanto circo, al cual nos enganchamos cual seres pobres de espíritu? ¿Por qué tanto empeño en que sigamos ignorantes en todo lo importante de modo que tan solo abracemos la ciencia para los seres de la granja y los conocimientos autorizados? ¿Por qué tanta cruzada que realmente se dedicó a destruir pruebas incómodas para ellos?


La razón es la de que nosotros somos los Creadores y nuestro poder creador es un arma imparable para ellos si se utiliza adecuadamente; no tiene sentido la idea de que somos autómatas manejados mediante programas de ordenador. Esto responde tan solo al interés de la élite oculta de que nunca nos empoderemos, pues nuestra mente unida en la positividad como un gran colectivo de los nuestros les erradicaría como los señores ocultos de este mundo.

Aquellos que creemos que manejan, son tan solo grandes engañados, gente de la nuestra que nos traicionó tras abrazar los embustes de los dioses reptiles, haciéndoles creer que ellos son superiores a los demás y los protegidos de los dioses.

Si nos uniéramos una buena parte de la población mundial con las mismas ideas en pos de nuestra unidad basando nuestro actuar en el Amor, nuestros esclavizadores tendrían sus días contados aquí, en nuestro mundo.

Esa es la verdadera razón para tanto engaño, tantas religiones y tantas sectas y organizaciones verticalizadas.


Todo el Universo es Mental, tal como enseñó Hermes Trimegisto hace ya más de 40.000 años y lo importante son nuestras elecciones; si estas se hicieran en base al Amor, los mundos resultantes serían maravillosos y dignos de vivir en ellos, mientras que si creamos en base al des-amor (separación, aversión, etc.) estaremos precipitándonos hacia el abismo, hacia mundos muy duros en los que impere la esclavitud.

Amor… Amor; Unión… Unión; Conocimiento Verdadero y trabajo por adquirirlo; esto es lo verdaderamente importante. Nada se nos regala; el paso a mundos de conciencia superior nos lo hemos de ganar, pues esto forma parte del juego que vinimos a escenificar y de nuestro contrato antes de llegar a este mundo denso.

Siempre hemos de estar atentos a la finalidad con la que se nos dan ideas. Si las enseñanzas o las ideas que se nos entregan nos dan poder, eliminan nuestras barreras y nos engrandecen, es fácil que estas provengan de gentes de Luz; si además observamos que van dirigidas al bien de todos nosotros, no solo al de unos pocos, entonces podremos estar casi seguros de que estas enseñanzas provienen de seres de Luz, nuestros auténticos creadores.

 

Por ello, la Luna no es la sede del ordenador que provoca o establece nuestros actos y que hace correr nuestra programación. Nuestra Luna es tan solo el instrumento mediante el cual se crean unas barreras para aislarnos, de forma que no lleguen a nosotros las energías del espacio que pudieran expandir y reparar nuestra genética (nuestro ADN). La tecnología para que permanezcamos aislados se halla en la Luna y de ella dependen los Cinturones de Van Hallen, los cuales no pueden ser traspasados por nuestra fisiología sin perecer; si desarrolláramos tecnologías tal como puertas interdimensionales (u otras), sí lograríamos dejar la Tierra incluso con el cuerpo físico del que disponemos.

Está claro que quienes pusieron la Luna de la Tierra en el lugar que actualmente ocupa fueron nuestros esclavizadores, pero nuestra esclavitud nada tiene que ver con ser nosotros autómatas programados, pues entonces no produciríamos el alimento que los seres oscuros requieren como energía de bajas frecuencias, ya que estas han de provenir de auténticos Creadores, Hijos de Dios* con gran potencial creador aunque cegados por su falta de comprensión.


Aquello que nos da sensación de linealidad, de espacio y de tiempo está con nosotros y es lo que llamamos “cerebro”, el cual tan solo es un transductor mediante el cual interpretamos esta realidad, pero no es un decodificador de programas; por eso la realidad es diferente para cada uno de nosotros, no es algo uniforme ni nuestros actos previsibles al 100% tal como ocurriría si fuéramos autómatas.

Somos mucho más grandiosos de lo que se intenta hacernos creer.

 

Haz un buen trabajo, Hijo/a de Dios; siembra con Amor y Bien y eso cosecharás. No te dejes desalentar ante mensajes que pretenden eliminar el poder que en ti se halla latente; despierta tu poder en base al Conocimiento Verdadero. Busca siempre la Luz, pero ten en cuenta que la Luz Verdadera, la de los tuyos, nunca es intimidante sino una luz que sosiega.



El Libertario




domingo, 16 de septiembre de 2018

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Materialismo y manipulación


Materialismo, falta de Conocimiento y manipulación

 

Quienes piensan que no existe nada más que este mundo, que cuando morimos no hay nada más, que nos entierran y que ahí acaba todo, se limitan  y nos limitan, pues no hay nada que esté separado del resto y lo que alguien crea (como Creador) con limitaciones basado en sus creencias erróneas nos afecta a todos.


El no creer en algo más que en la materia implica desechar como charlatanería todas las visiones de espectros que otras gentes han tenido durante toda nuestra historia (incluyendo aquellas visiones de las que nos hablan las religiones), el desechar todas las psicofonías y las canalizaciones actuales al no existir nada que trascienda lo físico.


Supone el no haberse dado cuenta  de cómo están intentando con gran fuerza que no sepamos acerca de casos clínicos bien documentados por investigadores y por personal sanitario no vendido a la élite oculta y sin miedo a que los critiquen o que los puedan despedir de sus trabajos por hablarnos acerca de hechos que trastocan todo lo que se les enseñó y se nos enseñó; estos hechos incluyen el que gente que estuvo monitorizada con aparatos modernos y clínicamente muerta, a veces durante días, atestiguado por la falta de ondas en los monitores cardiacos y de EEG (electro encefalograma) y volvió a la vida, frecuentemente como personas totalmente renovadas, con una filosofía  también renovada y con unos valores espirituales que antes no tenían; esta gente muchas veces significó una gran esperanza para el resto de los humanos de su entorno*.


Estos casos son ocultados por la “ciencia oficial” controlada por la élite oculta con especial ímpetu, como si de ello dependiera su existencia (y así es). Por eso quemaron la biblioteca de la Dra. E. Kubler Ross**, con más de 20.000 casos estudiados entre experiencias extracorporales y narraciones de sus pacientes sobre otras vidas, y sobre los que había sacado sus propias conclusiones, ejemplo claro de que existe mucho que se nos esconde deliberadamente acerca del más allá, unos casos más espectaculares que otros, pero aportando algo nuevo todos. 


Con los trabajos de esta doctora quedaba bien claro que somos mucho más que un puñado de huesos y carne que se mueve por el  globo terráqueo sin tener certeza de por qué lo hace. Esta doctora verdaderamente ilustrada concluyó que la muerte no existe y en  muchas ocasiones vio cómo la gente que había tenido una experiencia del más allá perdía todo el miedo a la muerte, incluyendo a niños.


La doctora, en vista de lo que sus pacientes la descubrieron, decidió probar consigo misma estas experiencias haciendo que  a ella le llevaran a una muerte artificial en un laboratorio de Virginia; experimentó así en dos ocasiones el hallarse fuera de su cuerpo. También posteriormente tuvo una especie de experiencia mística en la que se fundió con la Luz y experimentó un inmenso amor, algo que quedaría grabado en ella para siempre, sin olvidar que en este mundo lo importante es el amor.


El que muramos sin miedo o el que alguien nos libere del miedo a la muerte es algo intolerable para la élite oculta que todavía sigue manipulándonos, mientras seamos manipulables, por nuestra falta de Conocimiento.


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