lunes, 16 de junio de 2014

El papa Francisco: 'No podemos tolerar que las finanzas decidan la suerte de los pueblos' – RT



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La falta de guerras a gran escala estaría afectando la economía de Occidente

La continua lentitud del crecimiento económico en las grandes potencias ha llevado a los economistas a hacer un examen de conciencia. Además de las razones tradicionales, ahora también se debate la falta de guerras.
Los especialistas han estudiado la débil demanda, el aumento de la desigualdad, el auge de China, el exceso de regulación, la infraestructura inadecuada y hasta el agotamiento de las nuevas ideas tecnológicas como posibles culpables. 

Pero esta nueva explicación del lento crecimiento está recibiendo cada vez más atención, como si se tratara de justificar la permanente agresión estadounidense con la necesidad de mantener lubricada la afectada economía.

Según asegura el economista Tyler Cowen en un reciente artículo en 'The New York Times', el mundo no ha tenido muchas guerras en los últimos tiempos, al menos no en términos históricos. Algunos de los recientes titulares sobre Irak o Sudán del Sur hacen que el mundo parezca un lugar muy sangriento, pero las muertes de hoy palidecen a la luz de las decenas de millones de personas que murieron en las dos guerras mundiales de la primera mitad del siglo XX. Incluso la guerra de Vietnam tuvo muchas más muertes que cualquier guerra reciente en la que haya participado un país rico.

Aunque parezca contrario a la lógica, la mayor tranquilidad mundial puede hacer menos urgente el alcance de mayores tasas de crecimiento económico y, por lo tanto, lo hace menos probable.
La posibilidad misma de la guerra centra la atención de los gobiernos en tomar correctamente algunas decisiones básicas, ya sea invertir en ciencia o, simplemente, liberar la economía


Esta teoría no afirma que pelear guerras mejore las economías, ya que por supuesto el conflicto como tal acarrea muerte y destrucción. Esta visión también difiere del argumento keynesiano de que la preparación para las guerras eleva el gasto público y pone a la gente a trabajar. Por el contrario, la posibilidad misma de la guerra centra la atención de los gobiernos en tomar correctamente algunas decisiones básicas, ya sea invertir en ciencia o, simplemente, liberar la economía. Tal enfoque termina por mejorar las perspectivas a largo plazo de una nación, asegura Cowen.

"Puede parecer repugnante encontrar un lado positivo a la guerra en este sentido, pero un vistazo a la historia de EE.UU. sugiere que no se puede descartar la idea tan fácilmente. Innovaciones fundamentales como la energía nuclear, la computadora y el avión moderno fueron empujadas por gobiernos ansiosos por derrotar a las potencias del Eje o, más tarde, para ganar la Guerra Fría", señala Cowen.

El economista recuerda también que Internet fue inicialmente diseñado para ayudar a soportar un intercambio nuclear, y Silicon Valley tuvo sus orígenes con contratos militares, y no por las nuevas compañías de redes sociales que surgen hoy en día.

El lanzamiento del Sputnik por los soviéticos estimuló el interés de Estados Unidos en la ciencia y la tecnología, en beneficio del crecimiento económico posterior, señala el artículo.

La guerra trae consigo "la urgencia que de otro modo los gobiernos no pueden invocar". Por ejemplo, el Proyecto Manhattan tomó seis años para producir una bomba atómica a partir de casi nada, y en su pico consumía un 0,4% de la producción económica estadounidense. Es difícil imaginar un logro tan decisivo en estos días, agrega el experto.


Texto completo en: http://actualidad.rt.com



CARTA ABIERTA A EL SER UNO… Buenos días, he leído todos los libros y quiero plantear una duda. Se nos indica que observemos nuestros sueños, pero ¿Cuál es la finalidad de los sueños? ¿Surgen del inconsciente?... Si es así, no es una información confiable, es decir, sirven para saber lo que hay en nuestro inconsciente, pero no para guiarnos en la vida ya que los sueños son información distorsionada que reside en la parte oscura de nuestra mente. ¿O quiere decir que en los sueños se nos introduce información desde otros planos y por lo tanto sí son confiables y debemos usarlos como guía? O se dan las dos circunstancias y entonces ¿Cómo distinguirlos?... Muchas gracias. Montserrat.
RESPUESTA: Estimada Montserrat… Los sueños son el idioma onírico del alma, donde radican los más recónditos pensamientos, deseos y emociones (negativas y positivas) etc. Los sueños afloran no solo del subconsciente, también se expresan del consciente, dependerá del estado anímico en que el alma se encuentre. Al ser un idioma y al expresarse en forma simbólica, el ser que sueña, debe tener el conocimiento y entendimiento de lo que su alma quiere decir en determinados sueños. Los sueños no son “Guía del alma”, pero si son un importante parámetro indicador que señala y sopesa el estado conceptual en donde el alma se ubica, para su propio reconocimiento y análisis. Así como el cuerpo físico expresa sus enfermedades y las aflora a través de anomalías defectuosas que emanan en su cuerpo material, así también el alma aflora sus anomalías a través de los sueños, expresándose en visiones donde el ser se encuentra en medio de situaciones raras, extrañas, monstruosas, asustadoras e irreales, que no concuerdan con la vida material del día a día o se encuentra con realidades hermosas que lo transportan a la armonía y paz que su alma vive y siente.
Estas expresiones pueden ser negativas llamadas: Pesadillas o positivas cuando son bellas, encantadas y de ensueño. Para conocer el alma, no hay mejor estudio que los sueños. En el significado de sus símbolos, es donde el ser hallará las respuestas de sus emociones. Para ello, debe aprender el lenguaje onírico o sea: “El significado de los símbolos”, estos le mostrarán a grandes rasgos, lo que su alma le desea comunicar y a través de este idioma, el ser podrá sumergirse en su subconsciente, para llegar a lo más profundo de su psiquis. Este estudio consiste en saber separar lo útil de lo inútil del sueño y en esa separación, tendrá que escoger los símbolos principales, o sea los indicadores y marcadores del contexto global del sueño. A pesar que el subconsciente es un enmarañado de emociones, el alma se encarga de activar lo que el ser necesita en el momento oportuno y preciso, respondiendo a la demanda de los pensamientos, ya que estos poseen los Nimeos-energía grabados a la necesidad imperiosa que el alma precisa, activando con determinados códigos la secuencia numérica de su necesidad.
El entendimiento de los sueños es parte del aprendizaje, de un contexto llamado vida. No se puede depender totalmente de ellos, ya que el ser debe percibirse a sí mismo y a su entorno a través de mil maneras y formas. Cuanto más conocimiento tiene el ser, más profundo llegará a su alma y cuanto más trabajo interno realiza más entendimiento obtendrá en su vida. Las explicaciones de sus Experiencias y Vivencias y sobre todo la Causa y el Efecto de ellas le indicarán el camino correcto. Así como el Lenguaje Onírico es un idioma que se debe entender, también la vida material es un idioma, porque los Sueños son el reflejo de la Vida y la Vida es el reflejo de los Sueños… Camino del Ser.

Vídeo del capítulo 25. III. Un Curso de Milagros: Percepción y elección.

Un Curso De Milagros

Capítulo 25

Percepción y elección

En la medida en que atribuyas valor a la culpabilidad, en esa misma medida percibirás un mundo en el que el ataque está justificado. En la medida en que reconozcas que la culpabilidad no tiene sentido, en esa misma medida percibirás que el ataque no puede estar justificado. Esto concuerda con la ley fundamental de la percepción: ves lo que crees que está ahí, y crees que está ahí porque quieres que lo esté. La percepción no está regida por ninguna otra ley que ésa. Todo lo demás se deriva de ella, para sustentarla y darle apoyo. Ésta es la forma que, ajustada a este mundo, adopta la percepción de la ley más básica de Dios: que el amor crea amor y nada más que amor.
Las leyes de Dios no pueden gobernar directamente en un mundo regido por la percepción, pues un mundo así no pudo haber sido creado por la Mente para la cual la percepción no tiene sentido. Sus leyes, no obstante, se ven reflejadas por todas partes. No es que el mundo donde se ven reflejadas sea real en absoluto. Es real sólo porque Su Hijo cree que lo es, y Dios no pudo permitirse a sí mismo separarse completamente de lo que Su Hijo cree. Él no pudo unirse a la demencia de Su Hijo, pero si pudo asegurarse de que Su cordura lo acompañase siempre, para que no se pudiese perder eternamente en la locura de su deseo.
La percepción se basa en elegir, pero el conocimiento no. El conocimiento está regido por una sola ley porque sólo tiene un Creador. Pero este mundo fue construido por dos hacedores que no lo ven de la misma manera. Para cada uno de ellos el mundo tiene un propósito diferente, y es el medio perfecto para apoyar el objetivo para el que se percibe. Para aquel que desea ser especial, es el marco perfecto en el que manifestar su deseo: el campo de batalla perfecto para librar sus guerras y el refugio perfecto para las ilusiones que quiere hacer reales. No hay ninguna ilusión que en su percepción no sea válida ni ninguna que no esté plenamente justificada.
Él mundo tiene otro Hacedor, el Corrector simultáneo de la creencia desquiciada de que es posible establecer y mantener algo sin un vinculo que lo mantenga dentro de las leyes de Dios, no como la ley en sí conserva al universo tal como Dios lo creó, sino en una forma que se adapte a las necesidades que el Hijo de Dios cree tener. No obstante, error corregido es error eliminado. Y de este modo, Dios ha seguido protegiendo a Su Hijo, incluso en su error.
En el mundo al que el error dio lugar existe otro propósito porque el mundo tiene otro Hacedor que puede reconciliar el objetivo del mundo con el propósito de Su Creador. En Su percepción del mundo, no hay que nada que no justifique el perdón y la visión de la perfecta impecabilidad; nada que pueda ocurrir que no encuentre perdón instantáneo y total. Ni nada que pueda permanecer un solo instante para empañar la impecabilidad que brilla inmutable más allá de los fútiles intentos del especialismo* de expulsarla de la mente -donde no puede sino estar- e iluminar al cuerpo en su lugar. Los luceros del Cielo no son para que tu mente elija donde los quiere ver. Si elige verlos en otra parte que no sea su hogar, como si estuviesen arrojando su luz sobre un lugar donde jamás podrían estar, entonces el Hacedor del mundo tiene que corregir tu error, pues de otro modo te quedarías en las tinieblas, donde no hay luceros.
Todo aquel que se encuentra aquí ha venido a las tinieblas, pero nadie ha venido solo, ni necesita quedarse más de un instante. Pues cada uno ha traído la Ayuda del Cielo consigo, lista para liberarlo de las tinieblas y llevarlo a la luz en cualquier momento. Esto puede ocurrir en cualquier momento que él decida, pues la ayuda está aquí, esperando tan sólo su decisión. Y cuando decida hacer uso de lo que se le dio, verá entonces que todas las situaciones que antes consideraba como medios para justificar su ira se han convertido en eventos que justifican su amor. Oirá claramente que las llamadas a la guerra que antes oía son realmente llamamientos a la paz. Percibirá que lo que antes atacó no es sino otro altar en el que puede, con la misma facilidad y con mayor dicha, conceder perdón. Y reinterpretará cualquier tentación simplemente como otra oportunidad más de ser feliz.
¿Cómo podría ser que una percepción errónea fuese un pecado? Deja que todos los errores de tus hermanos sean para ti únicamente una oportunidad más de ver las obras del Ayudante que se te dio para que vieses el mundo que Él construyó en vez del tuyo. ¿Que puede estar entonces justificado? ¿Qué es lo que quieres? Pues estas dos preguntas Son lo mismo. Y cuando hayas visto que son lo mismo, habrás tomado una decisión. Pues ver ambas preguntas como una sola es lo que te libera de la creencia de que hay dos maneras de ver. Este mundo tiene mucho que ofrecerle a tu paz y son muchas las oportunidades que te brinda para extender tu perdón. Tal es el propósito que encierra para aquellos que desean ver la paz y el perdón descender sobre ellos y ofrecerles la luz.
El Hacedor del mundo de la mansedumbre tiene absoluto poder para contrarrestar el mundo de la violencia y del odio que parece interponerse entre Su mansedumbre y tú. Dicho mundo no existe ante Sus ojos perdonadores. Y por lo tanto, no tiene porqué existir ante los tuyos. El pecado es la creencia fija de que lo que se percibe no puede cambiar. Lo que ha sido condenado está condenado para siempre, al ser eternamente imperdonable. Si entonces se perdona, ello quiere decir que haberse percibido como un pecado tuvo que haber sido un error. Y es esto lo que hace que el cambio sea posible. El Espíritu Santo, asimismo, sabe que lo que Él ve se encuentra mucho más allá de cualquier posibilidad de cambio. Pero el pecado no puede inmiscuirse en Su visión, pues ha quedado corregido gracias a ella. Por lo tanto, tuvo que haber sido un error, no un pecado. Pues lo que el pecado afirmaba que nunca podría ocurrir, ha ocurrido. El pecado se ataca con castigos, y de esta manera se perpetúa. Mas perdonarlo es cambiar su estado, de manera que de ser un error pase a ser la verdad.
El Hijo de Dios no puede pecar, pero puede desear lo que le haría daño. Y tiene el poder de creer que puede ser herido. ¿Que podría ser todo esto, sino una percepción falsa de sí mismo? ¿Y es esto acaso un pecado o simplemente un error? ¿Es perdonable? ¿Necesita él ayuda o condenación? ¿Es tu propósito que él se salve o que sea condenado? No olvides que lo que decidas que él es para ti, determinará tu futuro. Pues estás construyendo tu futuro ahora: el instante en el que todo el tiempo se convierte en un medio para alcanzar cualquier objetivo. Elige, pues, pero reconoce que mediante esa elección se elige el propósito del mundo que ves, el cual se justificará.
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