jueves, 2 de abril de 2015

Decodificando el Alma


IMAGINACIÓN, MI ESCLAVA (Neville Goddard 13 de Febrero de 1967)

SOMOS LOS ARTISTAS Y SOMOS LA OBRA DE ARTE


Por muy absurda que esta idea pueda parecerle a muchas personas, es precisamente el
punto crucial de las mayores controversias entre algunas de las mentes más brillantes de la
historia reciente.

En una cita de sus notas autobiográficas, por ejemplo, Albert Einstein compartió su creencia
de que somos esencialmente observadores pasivos viviendo en un universo que ya está en
su lugar, en el que parecemos tener muy poca influencia: "Allá a lo lejos hay un mundo
enorme," dijo, "que existe independientemente de nosotros los humanos y que se yergue
ante nosotros como un enorme y eterno acertijo, por lo menos parcialmente accesible para
nuestra inspección y raciocinio."2

En contraste con la perspectiva de Einstein, todavía predominante en muchos científicos
actuales, John Wheeler, físico de la Universidad de Princeton y colega de Einstein, ofrece
una visión radicalmente distinta de nuestro papel en la creación. En términos que son
osados, claros y gráficos, Wheeler dice: "Antes teníamos un concepto antiguo de que había
un universo ahí fuera, [énfasis del autor] y que aquí estaba el hombre, el observador,
protegido con toda seguridad del universo por una losa de vidrio templado de 15 centímetros
de grosor." Refiriéndose a los experimentos de finales del siglo XX, que nos demuestran
cómo simplemente al mirar algo, ese algo cambia, Wheeler continúa: "Ahora hemos
aprendido del mundo cuántico que incluso para observar un objeto tan minúsculo como un
electrón, debemos destrozar ese vidrio templado: tenemos que ponernos en contacto con el
otro lado... Entonces, el antiguo término de observador debe ser sencillamente tachado de
los libros, y debemos añadir la nueva palabra: participante."3

¡Qué cambio tan radical! En una interpretación totalmente distinta de nuestra relación con el
mundo en el que vivimos, Wheeler afirma que es imposible que solamente observemos que
el universo que nos rodea suceda. Los experimentos en física cuántica, de hecho,
demuestran que simplemente al observar algo tan pequeño como un electrón, enfocando
nuestra conciencia en lo que el electrón está haciendo por hasta un sólo instante, sus
propiedades cambian. El experimento sugiere que el puro acto de observar es un acto de
creación, y que esa conciencia está realizando la creación. Estos descubrimientos parecen
apoyar la propuesta de Wheeler de que ya no podemos considerarnos puramente como
espectadores que no tenemos efecto en el mundo que observamos.

La Matriz Divina Gregg Braden
Un Curso De Milagros
Lección 132

         Libero al mundo de lo que jamás pensé que era


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