miércoles, 15 de julio de 2015

PREGUNTA: ¿QUÉ SIGNIFICA HACER UN TRABAJO CÓSMICO?...
RESPUESTA: “Cuando un ser desea dedicarse al trabajo cósmico tiene que saber que hay ciertas reglas que el universo le asigna y estas deben seguirse al pie de la letra, porque si no, su trabajo no tendrá la importancia ni la relevancia que se exige en este tipo de labor universal, debe tener la absoluta seguridad de lo que hace, cómo lo hace y por qué lo hace. No puede estar recurriendo al tarot, a los adivinadores, a otros canalizadores para preguntarles si lo que está haciendo está correcto o no. Eso denota vacilación, una profunda inseguridad y falta de responsabilidad en esta labor. Desde el mismo momento que la duda lo angustia, es porque no tiene ninguna certeza de lo que tiene que hacer, o peor aún, que no confía en sus “maestros” ni en sí mismo, ni en su voz interior. Hacer un trabajo cósmico demanda mucha dedicación, discreción, estabilidad emocional, compromiso y responsabilidad.
El Ser debe tener coraje, valentía, discernimiento, equilibrio y apoyo de sus “Maestros” para saber responder a la altura de las enseñanzas recibidas y a todo el trabajo que se le viene por delante. No es simplemente abrir una página en el Internet, un consultorio espiritual, dar charlas, formar grupos de seguidores, hacer videos, realizar sanaciones, comenzar a dar consejos, hacer trabajos que aprendió en algún curso o a través de algún libro que leyó etc. Cuando el ser no tiene el apoyo de sus “Maestros” y realiza trabajos por cuenta propia, debe estar consciente que se encuentra solo y al encontrarse solo con este trabajo, no se define como una labor universal, si no que se convierte en una labor planetaria y al serlo, ya no son los sentimientos universales que lo acompañan, apoyan y ayudan, sino que son las Emociones-Humanas que se combinan fantasiosamente con las “supuestas” decisiones cósmicas”… EL SER UNO VI – Los Siren-Lemurianos – Ciudad de LUZ y AMOR.

Vibraciones que expanden


Ciencia y metafísica
Frecuencia, vibración, intención, disciplina. Tener presente estos elementos puede ayudarnos a trabajar con la herramienta que sea y expandir el mundo que habitamos.
La coherencia entre la esencia y la personalidad es imprescindible. Cuando falla esa conexión, podemos llegar al extremo de incluso manifestar un problema de salud.
Cuando uno está en el rol de ayudar a otros para que se reconecten con esa esencia hay que ser muy cuidadoso. No se trata de ir juzgando el mundo del otro, ni la forma de vivir que ha manifestado hasta ese momento, más bien se trata de mostrar que el mundo que habitamos puede expandirse. No es buscar eliminar del mundo del otro aquello que yo creo que le está haciendo mal, sino acompañar un proceso expansión de mundos, para que la persona por si misma se dé cuenta que quiere conservar, que relación o hábito quiere mantener luego del proceso.
Para esto hay muchas herramientas. Casi ninguna de ellas entrará por la cabeza, o intelectualmente, sino a través de la experiencia. Hay que probar y ver qué pasa, y si no funciona determinada herramienta contigo, será otra la que te corresponderá, pero hay que probar, por lo menos con un mínimo de disciplina, con dedicación.
Muchos podrán decir “yo no soy espiritual, ¿Cómo voy a embarcarme en un proceso de este tipo?” A esto se puede responder: “¡pero si todo el mundo es espiritual!” Basta con reconocer esa parte de ti que no es tangible, no tiene nada que ver con una religión. No se trata de andar pareciendo espiritual, sino de ser lo que uno es.
Para describir este tipo de procesos, mucha gente usa la expresión “elevar la vibración”. Eso es acertado desde el punto de vista que yo tengo. Cuando uno trabaja con la música, va experimentando como nos afecta, como el cuerpo, la materia ( y sobretodo el agua de nuestro sistema) va respondiendo a los sonidos y sus distintas frecuencias. Cuando uno expone la materia a una vibración, la materia puede responder armonizándose, pero luego tenderá a volver a su estado “anterior”, por lo que la exposición a esa frecuencia deberá sostenerse. Por eso es importante la disciplina y la dedicación, ya que el uso de una herramienta (la que sea que esta fuere) sostenida en el tiempo, produce un efecto igualmente sostenido.
Junto con la frecuencia de vibración que tienen los sonidos, otro de los “factores” que influyen en la expansión es la intención. Si quien está recibiendo los sonidos o vibraciones pone una intención, y además quien lo está aplicando también lo hace, entonces el efecto se potencia y amplifica mucho más. A veces puedo sostener una intención dirigida a resolver incluso algo que yo no he visto conscientemente, aún así esa intención es capaz de actuar justo en esa parte de ti que estaba comprometida, sin que yo sepa cómo, el cambio se produce, y es la propia persona quien luego ve los resultados.
Frecuencia, vibración, intención, disciplina. Tener presente esos elementos puede ayudarnos a trabajar, repito, con la herramienta que sea. Es un trabajo que es útil y necesario, ampliar ese círculo en el cual muchas veces nos encerramos a vivir lo conocido, sin atrevernos a dar un paso más allá de esos límites, que siempre serán por cierto, imaginarios.
Por Jorge Herrera
Jorge Herrera Rogers es Compositor. Nació en la ciudad de Viña del mar , Chile. Se ha dedicado hace más de 20 años a la composición de músicas para el alma y la sanación. Tiene editado más de 12 CDs con músicas terapéuticas, para la conexión y activación. Su música es instrumental, usando elementos electrónicos, instrumentos nativos y piano. Ha realizado en su trabajo profesional músicas para programas de tv, novelas, películas, arreglos y colaboraciones. En su música prevalecen el trabajo con las emociones, la simplicidad de sus melodías y la conexión con el corazón.
Imagen cortesía de
Michelle Oravitz
www.animalespiritual.com
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