La importancia de los pequeños retos en nuestro devenir
Henry Ford decía que ninguna tarea es imposible si se la divide en partes más pequeñas, y seguro que sabía de lo que hablaba dado su experticia. Pero también tiene su complejidad a nivel neuronal porque el logro de pequeñas metas nos proporcionara gran dosis de serotonina que nos mantendrá con un permanente estado de ánimo.
- Seguir
enfocados: visualizar metas pequeñas y continuas, pero que impliquen
retos, nos mantendrá concentrados en el rumbo que debemos
seguir para alcanzarlos y alejados de las distracciones.
- Priorizar: fijar algunas
prioridades nos permitirá dejar de lado aspectos que nos hagan perder
el tiempo o los esfuerzos. Los pequeños objetivos importan
porque son evidencias de que estamos recorriendo un camino, paso a
paso. Priorizar ayuda a no retroceder en el proceso o a que, si
retrocedemos, volvamos a avanzar.
- Tener una guía: los retos y
pequeñas metas nos aportan claridad a la hora de realizar nuestras
actividades, por lo cual nos facilitan cierto orden en nuestras
decisiones, pensamientos y acciones cotidianas.
- Apasionarnos: el
cumplimiento de pequeños objetivos renueva las esperanzas en nosotros
mismos y en el camino que recorremos, nos permite disfrutar del
camino y de todo lo que en él se aprende y, sobre todo,
comprender que el momento de plenitud no se da al alcanzar una meta, sino
al perseguirla. Las metas permitieron recorrer el camino que enriqueció
nuestra vida, pero la satisfacción al cumplirlas es siempre
momentánea y efímera, mientras que el aprendizaje para lograrla fue
continuo y duradero y se queda en nosotros permanentemente.
- Trazarnos nuevas metas: cuando
sabemos que podemos avanzar paso a paso, seguramente querremos seguir
avanzando y explorando nuevas posibilidades. Ahí también radica la
importancia de los pequeños logros, en que nos capacita para afrontar los
nuevos por venir.