viernes, 29 de noviembre de 2013

La vida se mueve a través de ti recordándote que todos somos UNO y que beneficiando a los demás te beneficias a ti mismo, impulsándote a unirte con lo más noble y más profundo de ti, sintiéndose como una especie de “hambre espiritual” que clama por ser saciada. Que puede ser saciada.

Por favor, recuerda esto: puede ser saciada. Podemos unirnos de nuevo con el Gran Espíritu Padre-Madre. Por eso sentimos ese anhelo infinito: porque lo conocemos, porque lo recordamos, aunque sea vagamente; y queremos volver ahí. A la Plenitud.

Y de este anhelo profundo surge nuestra búsqueda de bienestar. Nuestra búsqueda de Trascendencia. Nuestra búsqueda de nosotros mismos.

Aprendemos muchísimos conceptos acerca de nosotros mismos y de los caminos para encontrarnos. Aprendemos tantos conceptos al respecto que pasamos por alto un hecho fundamental: nunca nos hemos perdido. Siempre hemos estado presentes. Y si no nos hemos encontrado es porque hemos buscado en donde no estamos: fuera de nosotros; cuando deberíamos buscarnos dentro.

Estamos separados de nosotros mismos únicamente por la sutil y formidable ilusión de que necesitamos pensar para conocernos. Separados de nosotros mismos y del Espíritu únicamente por la común y dañina ilusión de que debemos pensar algo antes de ponernos en contacto con lo que sentimos.

Hemos admirado tanto el velo que nos hemos olvidado de ver el rostro.

El Loco
www.tuluzinterior.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Noticias del Mundo

El hundimiento del sistema monetario fiduciario occidental podría haber comenzado. China, Rusia y la aparición de las monedas respaldadas e...