¿Miedo al Amor o Amor al Miedo?

Vivimos en los tiempos en que un verdadero y profundo acto revolucionario es permitirse sentir amor

¿Por qué crees lo que crees? ¿Qué pasaría si dejaras de creer en eso?

Si no nos atrevemos a soltar lo que nos enseñaron, a cuestionar nuestras creencias porque le tenemos miedo a vernos sin ellas, entonces es momento de detenernos y revalorar el camino, ya que estamos apegándonos a formas/ideas/enseñanzas no porque amemos ese camino, sino por el miedo que nos da dejar lo conocido.

Todos y cada uno de los senderos espirituales, con sus distintas metodologías nos deben conducir a un mismo punto: amar.

Sin embargo, el amor tiene un sentimiento espejo: el miedo. Gran cantidad de veces en nuestras vidas los confundimos por sus delgadas y sensibles líneas fronterizas. Caminamos uno de estos senderos creyendo estar en el otro y viceversa. Pero cuando nos colocamos nuestros “lentes de aumento emocional” comenzamos a identificarlos claramente. Pasa en nuestras relaciones, cuando decidimos estudiar alguna carrera en particular, cuando decidimos a qué dedicar nuestro oficio, cuando intentamos seguir expandiendo nuestra consciencia, pasa siempre, es parte de esta experiencia.

Vivimos en los tiempos en que un verdadero y profundo acto revolucionario es permitirse sentir amor. Y cuando de amarse a uno mismo se trata parece que te conviertes en  todo un “terrorista” haciendo explotar las armaduras taciturnas colectivas.

Los caminos espirituales (religiones, grupos, sectas, credos, o lo que sea) basados verdaderamente en el amor  pueden brindarnos herramientas claras para vivir el día a día en paz, con respeto hacia nosotros mismos y hacia nuestros prójimos, con conciencia sobre nuestro propio papel y responsabilidad individual y colectiva.

Un camino basado en el amor nos lleva, simplemente,  a re-humanizarnos.

Entonces, ¿cómo seguiré viviendo: “con miedo a” o “con amor por”?

Por Aquino Eloah

“Alquimista Social y Crea-Activo, defensor del Todos Somos Uno” Blog: http://aquinoeloah.wordpress.com/

Imagen cortesía de

Belinda Fireman

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