La Matriz Divina
Cruzando las barreras del tiempo,
el espacio, los milagros y las creencias
Adicionalmente, la misma emoción que nos proporciona tal poder dentro de nuestros
cuerpos, extiende esta fuerza en el mundo cuántico más allá de nuestros cuerpos.
Puede ser útil pensar en la Matriz Divina como una manta cósmica que comienza y termina
en el dominio de lo desconocido, y comprende todo en el intermedio. Esta cubierta tiene
muchas capas de profundidad y está en todas partes todo el tiempo; ya está colocada en su lugar. Nuestros cuerpos, vidas y todo lo que conocemos, existe y toma lugar en el interior de sus fibras. Desde nuestra creación acuática en el vientre de nuestras madres, hasta nuestros matrimonios, divorcios, amistades y carreras, todo lo que experimentamos puede concebirse como "arrugas" en la manta.
Desde una perspectiva cuántica, todo, desde los átomos de materia y desde una brizna de
pasto hasta nuestros cuerpos, el planeta, y más allá, puede ser concebido como una
"alteración" de la suavidad de la tela de esta manta del tiempo y espacio. Quizá no es
coincidencia que las tradiciones antiguas espirituales y poéticas describan la existencia de
forma muy parecida. Los vedas, por ejemplo, hablan de un campo unificado de "conciencia
pura" que impregna y penetra toda la creación.10 En estas tradiciones, nuestras experiencias de pensamientos, sentimientos, emociones y creencias (y todo el juicio que ellos crean) son vistas como alteraciones, interrupciones en un campo que de lo contrario sería liso y e inmóvil.
Gregg Braden
No hay comentarios:
Publicar un comentario