¿Por qué aceptamos la autoridad?
En un mundo
democrático evitamos a cualquier dictador político. Pero religiosamente, todos
ellos son dictadores. ¿Por qué los aceptamos?
¿Por qué aceptamos a un intermediario de algo que él dice que conoce?
Eso demuestra, señor, que dejamos de razonar. Políticamente razonamos, vemos lo
importante que es ser libres, para poder hablar libremente, ser libres en todo
tanto como sea posible. Pero espiritualmente jamás sentimos la necesidad de ser
libres. En consecuencia, aceptamos la autoridad de cualquier fulano, zutano o
mengano. He visto a intelectuales, profesores, científicos cautivados por todo
este disparate. Porque ellos han razonado en un mundo científico y están
cansados de razonar. Entonces piensan: “Al menos puedo sentarme y no razonar
sino escuchar lo que él me dice, ser consolado, sentirme feliz; el hará todo el
trabajo por mí, no tengo que hacer nada, él se encargara de conducirme por el
rio”.
Esto trae a colación una pregunta muy importante: ¿Puede
haber una educación en la que no haya ningún género de autoridad?
J. Krishnamurti
“Una Manera Completamente distinta de
Vivir”
No hay comentarios:
Publicar un comentario